El oftalmólogo del Hospital Quirónsalud Clideba de Badajoz, el doctor Francisco Javier Fernández Perianes, advierte de que el uso de dispositivos móviles es responsable de casi duplicar el número de casos de menores de edad con miopía, además de influir de forma «negativa» en otros aspectos relacionados con su salud, sueño, sociabilización y desarrollo.

«Estamos viendo un incremento importante, casi hasta el doble, del número de menores de edad con miopía», explicóp el doctor Fernández Perianes, quien ha achacado esta situación al exceso de iluminación de los dispositivos y a su cercanía a los ojos.

El especialista resaltó que los niños que usan dispositivos móviles comienzan a manifestar una pérdida de visión lejana a partir de los seis o siete años, lo que se debe a un uso prolongado de la visión cercana, lo que evita que el ojo se desarrolle en condiciones «óptimas» para tener una buena visión de lejos.

Un menor desarrollo del aparato visual se acaba manifestando en síntomas como enrojecimiento, ojo seco, visión borrosa, dolor de cabeza y molestias en los párpados.

«Hay que tener en cuenta que los móviles lo que están haciendo es emitir una luz intensa en un ojo que todavía no está preparado para ello, por lo que esa cantidad de iluminación que está recibiendo en una distancia muy corta supone que el riesgo de miopía sea mucho más elevado», insistió.

Fernández Perianes señaló que la «única medida efectiva» para no llegar a esta situación es evitar que los menores usen dispositivos móviles o restringir su uso «considerablemente», unas medidas avaladas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y diferentes sociedades oftalmológicas y pediátricas.

Aunque las recomendaciones difieren dependiendo de la edad y de las horas de uso, los expertos están de acuerdo en que el uso de pantallas durante los tres primeros años de vida debe ser inexistente, un límite que puede llegar a marcarse en edades más altas, pues a menor tiempo de exposición a las pantallas, menor será la probabilidad de desarrollar problemas oculares.

«Hasta los 16 años, es importante hacer un uso responsable y fijar límites de tiempo, siempre con dispositivos analógicos o sin conexión a Internet, ya que esto, entre otros muchos problemas, fideliza mucho más al menor a la pantalla, haciendo un daño mayor a sus ojos», añadió.

En caso de que aparezca algún síntoma, el doctor recomendó acudir a un oftalmólogo para revisar si se tiene algún defecto de refracción, además de aconsejar una lubricación del ojo con lágrimas artificiales, usar una buena iluminación y evitar los reflejos.

Del mismo modo, subrayó que la única corrección de esta patología es a través del uso de las gafas, pues hasta que el ojo no concluya su desarrollo, que suele ser a los 20 o 21 años, no se pueden valorar opciones quirúrgicas.

«A ver si llega el momento en que todos nos concienciamos de que los niños pequeños no deben utilizar dispositivos si no se quieren ver abocados luego a problemas refractivos, que en muchos casos ya son irremediables como no sean como cirugía», concluyó.

Por expreso

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