Alfredo Figueroa, exconsejero electoral, en la mesa de análisis de ‘Aristegui Noticias‘, enumeró lo que denominó los “efectos del chavismo en América Latina” y criticó la postura del gobierno de México ante la crisis política y derechos humanos que vive Venezuela.
Dijo que la postura del gobierno de Claudia Sheinbaum sido errática y vacilante, particularmente en torno al autoritarismo en el país sudamericano.
Figueroa recordó la importancia histórica de Hugo Chávez y destacó que su llegada al poder marcó “el inicio de una época” en América Latina, especialmente por el modelo político y económico que implementó, centrado en el control de los recursos petroleros.
Figueroa detalló su experiencia como observador electoral en Venezuela, donde fue testigo del funcionamiento del sistema electoral en un país con características muy diferentes a las de México.
Explicó que en Venezuela se emplea un sistema de votación electrónica mediante máquinas de votación que emiten un comprobante de papel con la selección del votante, el cual se coloca en una urna transparente.
Aunque el sistema permite auditar los resultados de las elecciones, Figueroa criticó que el Consejo Nacional Electoral (CNE) no publique las actas de las últimas elecciones, lo que a su juicio revela la parcialidad del organismo.
Acusó al CNE de ser un “órgano colonizado” por el chavismo, que actúa de manera cómplice con el gobierno de Nicolás Maduro.
Dijo que “el CNE es cómplice del chavismo y de Maduro de una manera absolutamente reprobable y vergonzosa” y señaló que el órgano electoral ha perdido credibilidad debido a su dependencia del poder político y su falta de independencia.
En este sentido, destacó que el CNE no publica las actas de las elecciones, lo que dificulta verificar la transparencia de los comicios. Este hecho lo comparó con lo que ocurre en México y advirtió que el INE “no ha llegado a la misma situación de control político” que se observa en Venezuela.
Además, Figueroa se refirió al papel de México en la crisis venezolana, calificando la postura del gobierno mexicano como “penosa“.
Señaló que, durante el sexenio pasado, México participó en un esfuerzo diplomático en el marco de un grupo tripartita junto con Colombia y Brasil para tratar la situación de Venezuela, pero esa iniciativa fue abandonada en el último periodo de gobierno.
El analista criticó la postura actual del gobierno de Claudia Sheinbaum, que no ha mostrado interés en involucrarse activamente en las negociaciones internacionales sobre la crisis en Venezuela.
Sin embargo, mencionó que México justifica acciones autoritarias del gobierno venezolano como la falta de transparencia en la última elección presidencial del 2024.
Estamos viendo cuál es el papel que está jugando México respecto de ese fraude, justificándolo de cosas que se han visto en Venezuela.
Según el exconsejero electoral, mientras otros líderes regionales, como Gustavo Petro de Colombia y Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil, han enviado representantes a importantes foros internacionales, México ha optado por mantenerse al margen.
Figueroa también hizo un análisis sobre el sistema electoral de Venezuela y la forma en que se lleva a cabo la elección de cargos públicos, aunque el sistema de votación permite auditar los resultados mediante la verificación del comprobante en papel aunque, advirtió, las condiciones sociales y políticas de Venezuela afectan la credibilidad del proceso electoral.
Relató que, en las elecciones, es común que se realicen mítines y protestas frente a las casillas, lo que genera una presión social sobre los votantes.
“Imagínate lo que representa que la presión llegue hasta la boca de la urna”, dijo y aludió a las intimidaciones que enfrentan los votantes, quienes son bombardeados por consignas políticas mientras emiten su voto.
En cuanto a las últimas elecciones en Venezuela, Figueroa detalló cómo el presidente Nicolás Maduro apareció en la boleta electoral hasta en 13 ocasiones, respaldado por diferentes fuerzas políticas, hecho que fue una de las razones principales de las críticas de la oposición y de la comunidad internacional, que acusaron a Maduro de manipular el proceso electoral.
A esto se sumó la desaparición del exrector del CNE, Enrique Márquez, un conocido opositor, y la reciente detención del yerno de Edmundo González Urrutia, quien fue candidato presidencial en la última elección.
Figueroa también habló sobre la falta de transparencia en las elecciones de Venezuela, mencionando que los datos proporcionados por el CNE son incompletos y carecen de la garantía necesaria para acreditar la legitimidad del proceso.
Según el exconsejero electoral mexicano, el gobierno venezolano ha recurrido a un modelo de “mentiras” y “fraudes” para justificar su permanencia en el poder, lo que califica como una forma de “terrorismo de Estado“.
En su opinión, las autoridades venezolanas han logrado mantener el control a través de un discurso basado en la desinformación, que se difunde mediante los medios de comunicación controlados por el régimen.
Mentir como forma de hacer política es hoy una condición que se vive no solo en Venezuela, sino también en México, Estados Unidos, Argentina y otros países.
Refirió que el fenómeno de la manipulación de la verdad y la creación de narrativas falsas es una tendencia creciente en diversos gobiernos alrededor del mundo.
Además, Figueroa mencionó que este tipo de políticas ha afectado gravemente el bienestar de las sociedades, especialmente en países donde el acceso a la información y la transparencia son limitados.
Alfredo Figueroa cuestionó tanto la legitimidad del sistema electoral venezolano como la falta de acción de México frente a la crisis de Venezuela, destacando que el país debe retomar un papel activo en la diplomacia internacional para apoyar una solución pacífica a la situación política y social que atraviesa Venezuela.