Tonatiuh Guillén, profesor investigador del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo de la UNAM, advirtió que el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca en los Estados Unidos, el próximo 20 de enero, será “muy ruidoso” con “iniciativas agresivas”, principalmente en materia migratoria.

“Es muy probable que nos acerquemos a un día 20 muy ruidoso, muy escandaloso en términos de la visibilidad de iniciativas agresivas”.

Guillén señaló que Trump podría implementar medidas como la “militarización de la frontera sur de Estados Unidos” y un aumento en las expulsiones de migrantes, con el riesgo de que México reciba a personas de otras nacionalidades, situación que calificó como “inconveniente” y que posicionaría al país en un lugar de subordinación.

El académico también criticó la política migratoria adoptada en México desde 2019, en coincidencia con el primer gobierno de Trump, que incluyó la militarización del Instituto Nacional de Migración (INM) y el uso de la Guardia Nacional en tareas de control migratorio.

Guillén subrayó que este enfoque debe corregirse, ya que “el cambio fundamental no debe ser solamente la perspectiva del instituto; el cambio fundamental es sobre la política migratoria y de refugio“.

Respecto a la reciente declaración de la presidenta Claudia Sheinbaum sobre una transformación profunda del INM, Guillén destacó que, si bien son necesarias reformas, la atención debe centrarse en fortalecer las políticas de protección e inclusión.

Lamentó que el presupuesto para la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) se haya reducido aún más, calificándolo de “francamente ridículo”.

El investigador insistió en que las actuales dinámicas de movilidad responden a un fenómeno de desplazamiento forzado y no a migración económica, lo que exige un enfoque jurídico basado en el derecho al refugio.

Según Guillén, es necesario rectificar las políticas para avanzar hacia un marco de “nobleza, legalidad y solidaridad” que responda a las necesidades de las personas desplazadas.

Además, señaló que México debe diversificar su diálogo con actores políticos y sociales en Estados Unidos para ampliar su margen de maniobra frente al gobierno de Trump.

“Si volvemos a repetir la receta del diálogo uno a uno, unipersonal y cerrado (…) ahí no tenemos mucho espacio de negociar realmente algo importante”, concluyó.

Por expreso

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