El 1 de enero de 2025 entró en vigor un nuevo incremento al salario mínimo en México. Según datos de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami), el salario mínimo general pasó de $248.93 a 278.80 diarios, lo que representa un aumento del 12 por ciento; sin embargo, este ajuste no se traduce automáticamente en un aumento para todos los trabajadores.
Salario mínimo vs. salario contractual
Una de las principales razones por las que este incremento no impacta a todos los empleados radica en la diferencia entre salario mínimo y salario contractual.
El primero es el monto establecido por el gobierno como el pago mínimo que un empleador puede otorgar a un trabajador por un día de labores. Por otro lado, el salario contractual es el que se negocia individual o colectivamente entre trabajadores y empleadores.
Quienes ya perciben un salario superior al mínimo no están automáticamente contemplados en este ajuste, salvo que su contrato establezca un incremento proporcional al aumento del salario mínimo.
Leyes laborales y ajustes salariales
El artículo 123 de la Constitución Mexicana y la Ley Federal del Trabajo (LFT) establecen que ningún trabajador puede ganar menos del salario mínimo; sin embargo, no obligan a los empleadores a ajustar automáticamente los salarios de quienes perciben un ingreso superior. Las revisiones salariales suelen depender de acuerdos específicos en contratos colectivos o individuales.
Según especialistas laborales, las empresas no siempre consideran el aumento del salario mínimo como referencia para ajustar sueldos superiores, ya que estos suelen estar sujetos a otros factores como la inflación, el desempeño individual o la posición del mercado.
Inflación y poder adquisitivo
Aunque el salario mínimo aumentó, el poder adquisitivo de los salarios no necesariamente mejora de forma proporcional. Durante el 2024, la inflación en México cerró en un 4.76%, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Esto implica que los precios de bienes y servicios también subieron, erosionando parte del impacto positivo del aumento al salario mínimo.
En muchos casos, los salarios superiores al mínimo no reflejan ajustes inflacionarios inmediatos, ya que estos dependen de políticas internas de cada empresa y de la negociación con los trabajadores.
Sectores más afectados
Los sectores con mayor proporción de empleados que ganan el salario mínimo, como el comercio, la industria manufacturera y los servicios, son los principales beneficiados por estos incrementos; sin embargo, quienes trabajan en sectores con salarios por encima del mínimo, como el financiero o el tecnológico, no siempre perciben un aumento equivalente.
Por otro lado, algunos empleados cuyos sueldos están cerca del nuevo salario mínimo podrían ver ajustes menores para evitar que sus ingresos queden al mismo nivel.
Esta práctica, conocida como «compresión salarial», puede provocar que los incrementos no se distribuyan equitativamente.
Implicaciones para los empleadores
Para las empresas, los aumentos salariales representan un reto financiero. Los negocios deben equilibrar el incremento en los costos laborales con sus márgenes de ganancia. Por ello, algunas compañías prefieren mantener congelados los salarios por encima del mínimo hasta la siguiente revisión anual.
Además, las pequeñas y medianas empresas (PyMEs), que emplean al 70% de la población económicamente activa según datos del Instituto Nacional del Emprendedor (INADEM), suelen enfrentar mayores dificultades para absorber estos incrementos.
El aumento del salario mínimo en México tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de los trabajadores que perciben ingresos más bajos. Sin embargo, sus beneficios no son universales, ya que dependen de factores como el tipo de contrato, la industria y las políticas internas de las empresas.