El dengue puede enmascarar síntomas de sarampión, advirtió la Secretaría de Salud federal luego de una alerta de la OMS, por lo que Tamaulipas se mantiene vigilante, pero libre hasta ahora de esta enfermedad.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el sarampión está repuntando en las Américas, por lo que se difundió el aviso a todas las unidades de vigilancia epidemiológica del territorio nacional.
“El incremento de casos de dengue podría enmascarar potenciales casos de sarampión o rubéola, debido a la similitud de las manifestaciones clínicas de estas enfermedades”, expuso Salud federal.
Al respecto, el subsecretario de Salud Pública en Tamaulipas, Rembrandt Reyes Nájera reconoció que existe cierta similitud, pero agregó que un estudio permite diferenciarlo fácilmente. Destacó que el padecimiento no se presenta en el estado desde hace más de 20 años, gracias a la vacunación.
“Efectivamente el sarampión en algunos casos presenta algún cuadro clínico similar al dengue por las manchas que se generan en el cuerpo, aunque un buen estudio clínico distingue las características de unas y otras manchas, pero lo categórico es cuando ya se hace el estudio de anticuerpos, ahí no hay mucha dificultad para hacer el diagnóstico”.
La OMS y la Organización Panamericana de la Salud, notificaron un aumento del sarampión en la región de las Américas por casos importados y debido a la renuencia a vacunarse, teniéndose ya 452 registros, de los que México suma siete, el último de ellos en Guanajuato en mayo pasado.
Ante ello, se emitió la alerta para detectar oportunamente casos importados o asociados y la dispersión del virus en el territorio nacional, y se llamó a garantizar coberturas de vacunación.
Las autoridades buscan fomentar la aplicación de vacunas contra sarampión y rubeola | Especial
La inmunización nacional al tercer trimestre de 2024 alcanzó un promedio del 95% a los seis años y 71% a los 18 meses, “pero no debe bajarse la guardia”. Se pide intensificarla intra y extramuros, con barridos casa por casa, puestos en alto flujo de personas y revisión de cartillas de salud, sobre todo en municipios de alto riesgo por ser corredor migrante y fronterizo.
Rembrandt Reyes mencionó que es importante que los casos sospechosos que pudieran presentarse, se documenten epidemiológicamente.
“Lo más probable es que sea sospechoso porque proviene de un país que tiene sarampión y en el trayecto comience a tener síntomas, pero puede tratarse de eso como de otra enfermedad exantemática que también da fiebre y produce manchitas”.
Añadió que esa es la discriminación que toca hacer al médico inicialmente y tomar las muestras de sangre para su dictaminación desde el punto de vista de estudio serológico.
¿Qué es el Sarampión?
El sarampión es una enfermedad viral que puede prevenirse a través de la vacunación, sobre todo teniendo coberturas altas entre la población. El grupo más susceptible es el de los niños pequeños y las mujeres embarazadas que no han sido inmunizadas.
Síntomas de sarampión
Sus síntomas cambian conforme se desarrolla la enfermedad. El primer signo es la fiebre alta que dura entre 4 y 7 días, y se presenta después de 10 ó 12 días de estar en contacto con el virus.
Durante la fase inicial del sarampión puede haber congestión nasal, tos, ojos rojos y con secreciones, y manchas blancas en la parte interior de las mejillas.
Posteriormente se produce exantema, es decir, una erupción rojiza en la piel que dura de 5 a 6 días e inicia en la cara y parte superior del cuello, se extiende hasta cubrir el cuerpo en un periodo aproximado de tres días y luego desaparece.
Complicaciones por sarampión
El sarampión puede tener complicaciones graves, incluso ser mortal. Algunas son neumonía, encefalitis, diarrea grave e infecciones del oído y respiratorias.
En una persona infectada con sarampión, el virus se encuentra en las secreciones de la nariz y la faringe. Cuando tose o estornuda, las gotitas de saliva que expulsa pueden transmitir el virus y causar la enfermedad.
No existe un tratamiento antiviral específico para el sarampión. Sin embargo, para evitar complicaciones graves la atención incluye una nutrición adecuada, la ingesta de líquidos, el tratamiento de los cuadros de deshidratación, la prescripción de antibióticos en caso de ser necesarios (por infecciones de ojos, oídos o neumonía) y la suplementación de vitamina A. Este último, con un comprobado efecto para reducir la mortalidad.