Las aduanas más importantes de México, incluyendo los cruces fronterizos de Nuevo Laredo, Ciudad Juárez, Reynosa y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, han sufrido una serie de caídas en su sistema de cómputo en las últimas semanas, lo que ha generado graves consecuencias para el comercio internacional, señaló Rosa María Alvarado Monroy, presidenta de la Asociación de Agentes Aduanales de Nuevo Laredo.

Los fallos constantes han dejado a miles de camiones varados durante horas, paralizando el flujo de mercancías y afectando la competitividad de los puertos mexicanos, lo que incrementa los costos logísticos y afecta a las cadenas de suministro.

Alvarado Monroy señaló que la caída de los sistemas de cómputo ha sido “muy grande” y ha durado varias horas, especialmente en el puerto de Nuevo Laredo, uno de los puntos más importantes para el comercio entre México y Estados Unidos. «Cada minuto que el sistema se cae, es una pérdida de competitividad para el puerto», afirmó la presidenta de la asociación, destacando que las horas perdidas de operación significan un alto costo económico para todos los involucrados.

Aunque algunos informes sugieren que las caídas pueden estar relacionadas con problemas en la infraestructura, como el incendio de cables de fibra óptica en Querétaro, no se ha identificado una causa exacta ni una entidad responsable del colapso del sistema. Esto ha generado incertidumbre entre los empresarios, quienes exigen respuestas claras para evitar más pérdidas. Además del impacto directo sobre el transporte, el colapso de los sistemas afecta la paralización de las cadenas de producción, ya que muchas industrias dependen de la llegada puntual de insumos a través de estos puertos.

A pesar de la gravedad de la situación, aún no se ha encontrado una solución definitiva. La presidenta de la Asociación de Agentes Aduanales mencionó que se están realizando esfuerzos para encontrar una solución a través de una alianza entre el sector privado, el Congreso de la Unión y las autoridades locales. “Estamos en la ruta de ver a dónde nos va a llevar esta alianza, y seguiremos trabajando con los diputados federales y las cámaras para resolver el problema lo antes posible”, agregó.

El problema de las caídas del sistema no es nuevo. En el período de 2014 a 2016, el cruce fronterizo de Laredo ya había sufrido un colapso similar que provocó un caos en la región.

En aquella ocasión, fue necesario que el Congreso Federal interviniera, asignando recursos para la modernización de los sistemas aduaneros. Si la situación no se resuelve pronto, podría ser necesario repetir ese proceso, ya que la falta de inversión en infraestructura tecnológica amenaza con seguir afectando la competitividad de las aduanas mexicanas y el comercio internacional.

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