Gustavo Alarcón Herrera rindió protesta ante los diputados locales en pleno y con ello asume las funciones de alcalde de Chilpancingo, en sustitución de Alejandro Arcos Catalán, quien fue asesinado el domingo pasado, apenas en su sexto día de funciones.

El ahora alcalde de la capital del estado, era el suplente de Arcos Catalán. Informó que aceptaba asumir el cargo el 8 de octubre pasado, al día siguiente de los servicios funerarios del edil asesinado. Entonces él ya tenía seguridad oficial asignada, tanto de policías municipales como estatales; él lo confirmó en una entrevista.

Cuando llegó al recinto del Congreso local, todavía por la mañana, se observó un despliegue policiaco, que incluía hasta tránsitos estales. Uno de los elementos confirmó que su presencia se debía al acto del nuevo alcalde.

Alarcón Herrera bajó de una camioneta color gris; lo seguían varios hombres vestidos de civil, con facha de guaruras.

La sesión en el Congreso local inició a mediodía. La protesta como alcalde fue programada y efectuada en el penúltimo punto del orden del día, de ocho contemplados, con la asistencia de 42 diputadas y diputados de 46 que son en total.

Rindió protesta a las 13:47 horas. «Por Chilpancingo y por Alejandro, sí, protesto», dijo al momento de alzar el brazo.

La seguridad asignada al nuevo alcalde tiene que ver con el nivel de riesgo de su encargo. Arcos Catalán, a quien suple en las funciones de primer edil, fue asesinado y decapitado.

Acudió, informó el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, a una «reunión particular» a Petaquillas; este es un pueblo de Chilpancingo que forma parte de un camino que conecta con Quechultenango, municipio de donde son originarios los líderes del grupo criminal de Los Ardillos, Celso e Iván Ortega Jiménez. En Chilpancingo es conocido que esa vía vigilada por civiles y también muy riesgosa.

Al término del acto de protesta, Alarcón Herrera ofreció una breve entrevista a reporteros, donde dijo que enfrentará las complejidades de Chilpancingo en estos momentos, con trabajo. «Yo vengo a trabajar, a cumplir con las actividades que están pendientes, y vamos a sacar el trabajo de Alejandro, como se venía participando que, al final, es el trabajo que todos veníamos desarrollando. Queremos la paz para Chilpancingo», mencionó.

Al alcalde, que fue rodeado por decenas de reporteros al salir del recinto, se le veía con cierta prisa. En la entrevista dijo que habría de reunirse en los minutos siguientes con la gobernadora Evelyn Salgado Pineda para platicar de la situación de Chilpancingo. Subió a su camioneta y se retiró.

Por expreso

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