La violencia escolar sigue siendo un problema creciente en las escuelas de la zona sur de Tamaulipas, donde se ha registrado un alarmante incremento en los casos de bullying y ciberacoso. Hasta el momento, se han identificado 20 casos en lo que va del año.
El coordinador del Comité de Prevención de Conductas Antisociales Infantiles y Juveniles en la zona conurbada, Arturo Salazar Betancourt, mencionó que estos casos son detectados principalmente en primarias y secundarias.
Los alumnos se han acercado a los expositores de las conferencias, que trabajan en conjunto con la Secretaría de Educación en la prevención del delito, para buscar apoyo.
“Hemos detectado 20 casos de menores que se han acercado durante las pláticas sobre violencia, bullying y ciberacoso. Nos piden ayuda y nos cuentan que son víctimas, por lo que hablamos con ellos para asesorarlos y luego los canalizamos a los sitios de apoyo correspondientes”, explicó.
Pláticas impartidas en 30 escuelas
En lo que va del año, estas pláticas se han llevado a cabo en 30 escuelas de la zona sur: Tampico, Ciudad Madero y Altamira, detectándose en cada una de ellas casos de menores que se acercan para denunciar estas conductas de las que son víctimas.
Salazar Betancourt precisó que este tipo de acoso puede generar un impacto emocional significativo en los afectados, al grado de que algunos alumnos han manifestado que ya no desean asistir a clases debido al maltrato recibido.
El coordinador también lamentó el mal uso de los celulares y redes sociales, ya que a través de diversas plataformas digitales se ha identificado este tipo de agresiones entre los estudiantes. «Para muchos estudiantes, publicar fotos y videos para burlarse de sus compañeros se ha convertido en una mala práctica frecuente, dejando graves consecuencias», señaló.
Apatía de los padres afecta el estado emocional de los menores
Salazar Betancourt destacó que la participación de los padres de familia sigue siendo limitada, lo que termina afectando aún más la estabilidad emocional de los menores. «Muchos estudiantes sienten que sus padres no les prestan suficiente atención debido a la carga laboral, lo que puede llevarlos a aislarse o desarrollar conductas negativas», comentó.
Asimismo, subrayó la necesidad urgente de que cada escuela cuente con un psicólogo para brindar apoyo directo a los estudiantes. No obstante, aclaró que los recursos actuales no permiten cubrir esta demanda en todos los planteles, aunque se espera que en el futuro cercano se pueda atender esta necesidad.