El dirigente nacional del PRI, Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas afirmó que el rechazo a la reforma al Poder Judicial no debe ser una cuestión de partidos, sino de principios, por lo que ratificó que el tricolor mantiene su postura en contra de cualquier intento por desmantelarlo.
“Es momento de decidir si queremos un país donde el Estado de Derecho prevalezca y las instituciones autónomas se mantengan fuertes, o si, por el contrario, permitiremos que los intereses particulares socaven las bases de nuestra democracia”, manifestó.
“Alito” sostuvo que el PRI, fiel a su compromiso con México, se posiciona del lado de la defensa de los derechos humanos, la justicia y la autonomía del Poder Judicial, en beneficio de toda la sociedad.
Expuso que diversos sectores de la sociedad, incluyendo el sector empresarial, embajadores de naciones aliadas y estratégicas, así como destacados juristas, académicos y trabajadores, han alzado la voz en favor de la autonomía e independencia del Poder Judicial.
Moreno Cárdenas indicó que esos llamados deben ser escuchados con atención y seriedad, dejando de lado dogmas, odios y consignas que solo dividen a la nación.
Al mismo tiempo, recordó que, a lo largo de los años, México ha firmado y ratificado tratados internacionales que obligan a mantener y fortalecer a los órganos autónomos, esenciales para la protección de los derechos humanos y la preservación de las libertades fundamentales.
“Estos compromisos internacionales no son meras formalidades; son un reflejo del respeto que México tiene hacia el Estado de Derecho y la justicia”, dijo el dirigente nacional del tricolor.
Manifestó que el PRI hace un llamado a todos los actores políticos y sociales para que, en un acto de responsabilidad y madurez democrática, se analicen las reformas necesarias para el Poder Judicial de manera objetiva y sin prejuicios.
Precisó que la reforma judicial que México necesita debe ser una que fortalezca las instituciones, garantice el respeto a los derechos humanos y asegure la independencia del Poder Judicial, alejándose de cualquier intento de centralización del poder que podría poner en riesgo las libertades fundamentales de la ciudadanía.