El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, dijo que él no estaba en la entidad el día que capturaron a Ismael “El Mayo” Zambada, como presuntamente aseguró el fundador del Cártel de Sinaloa en una carta difundida por el abogado Fran Pérez el sábado.
Afirmó que si a “El Mayo” le dijeron que él iría a una reunión con “Los Chapitos”, le mintieron, y si les creyó, “cayó en la trampa”.
En el presunto atribuido a Zambada, se menciona que fue “secuestrado” luego de acudir a una cita convocada por Joaquín Guzmán López, hijo del “El Chapo”, y en la que estarían el gobernador Rubén Rocha y Héctor Melesio Cuén, líder del Partido Sinaloense y exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), quien iba a ser diputado plurinominal toda vez que se realizara el reparto de curules.
Durante la inauguración de un Hospital General del IMSS- Bienestar, que encabezaron el presidente Andrés Manuel López Obrador y la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, Rocha Moya dijo que no tiene motivo para reunirse con líderes del crimen organizado.
Asimismo, pidió al presidente López Obrador que la Fiscalía General de Justicia (FGR) abra una investigación.
“No quise dejar pasar en el evento frente a mi presidente (López Obrador) y mi presidenta (Claudia Sheinbaum), no hay nada, que le busquen, nosotros no tenemos complicidades con el crimen“.
Presunta carta de ‘El Mayo’ asegura que fue secuestrado, niega acuerdo con México o EU y da versión del asesinato de Héctor Cuén
Tras ser detenido el 25 de julio, Ismael ‘El Mayo’ Zambada habría roto el silencio, a través de una carta difundida este 10 de agosto, en el periódico Los Angeles Times.
En el texto se expone la versión de los hechos en la que, “El Mayo” Zambada estaría negando un acuerdo con los gobiernos de México y Estados Unidos para su detención.
Al contrario, el fundador del Cártel de Sinaloa habría sido secuestrado durante una emboscada del narcotraficante Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, “El Chapo”.
Deseo decir desde el principio que no me entregué y que no vine voluntariamente a Estados Unidos, tampoco tenía ningún acuerdo con ninguno de los dos gobiernos. Al contrario, fui secuestrado y traído a Estados Unidos por la fuerza y contra mi voluntad.
El escrito fue enviado al medio estadounidense por Frank Pérez, cuya firma aparece como solicitante de acreditación como abogado de Zambada García en la Corte de NY, según pudo verificar Aristegui Noticias.
Según la narración difundida, “El Chapito” le habría solicitado al Mayo Zambada reunirse para resolver algunas diferencias entre líderes políticos de Sinaloa.
El fundador del Cártel de Sinaloa habría estado enterado de una disputa sobre la dirección de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), misma en la que estaban involucrados Rubén Rocha Moya, gobernador de Sinaloa, y Héctor Melesio Cuén Ojeda, ex rector de la UAS.
Según el texto de referencia Zambada habría sabido que a la reunión que había sido convocado también asistirían Héctor Cuén, Rocha Moya e Iván Guzmán Salazar.
¿Qué ocurrió en la reunión a la que asistió ‘El Mayo’?
‘El Mayo’ Zambada habría señalado que el pasado jueves 25 julio acudió al rancho ‘Huertos del Pedregal’, ubicado a las afueras de Culiacán, en donde se llevaría a cabo la reunión convocada por Joaquín Guzmán López y habría llegado un poco antes de las 11:00 horas.
“Vi a un gran número de hombres armados con uniformes militares verdes que supuse que eran pistoleros de Joaquín Guzmán y sus hermanos”, se detalla.
Zambada habría acudido acompañado de cuatro miembros del personal de seguridad, de los cuales dos se habrían quedado fuera del perímetro y que los dos que ingresaron a la reunión con él fueron José Rosario Heras López, comandante de la Policía Judicial del Estado de Sinaloa, y Rodolfo Chaidez, miembro de su equipo de seguridad desde hacía mucho tiempo.
Según la versión, Zambada aseguró que previo a ingresar a la reunión vio y saludó a Héctor Cuén y a uno de sus ayudantes. Una vez en la sala, se encontró con el hijo de “El Chapo”.
“Vi a Joaquín Guzmán López, a quien conozco desde que era un niño, y me hizo un gesto para que le siguiera. Confiando en la naturaleza de la reunión y en las personas implicadas, le seguí sin dudarlo.
“Me condujeron a otra sala que estaba a oscuras”, se lee en el texto, en el cual se acusa que una vez dentro de la habitación “le tendieron una emboscada”, pues un grupo de hombres lo habría tirado al suelo y golpeado; posteriormente le habrían colocado una capucha oscura en la cabeza.