Las descargas de aguas negras en diversos sectores de Nuevo Laredo han convertido las calles en focos de infección que amenazan la salud de miles de ciudadanos. A pesar de las supuestas millonarias inversiones anunciadas por la alcaldesa Carmen Lilia Canturosas Villarreal y la reciente adquisición de un préstamo millonario, la situación parece empeorar día a día, dejando a los habitantes con un profundo sentimiento de abandono.

Uno de los casos más alarmantes se encuentra en la colonia Francisco Villa, donde desde diciembre de 2023 los vecinos han soportado el constante brote de aguas negras en la intersección de las calles Huasteca y Emilio Madero. «El olor es insoportable, ni siquiera podemos comer bien en nuestras casas. Los mosquitos nos invaden, y ya tememos que alguien se enferme de dengue o chikungunya», comentó un residente de la colonia, que prefirió mantenerse en el anonimato por temor a represalias.

La situación es crítica. Las aguas negras no solo representan un riesgo evidente para la salud pública, sino que también afectan la vida diaria de los vecinos. Frente al brote, se encuentra una pizzería cuyo dueño, un hombre mayor, lucha por mantener su negocio a flote. «Sabemos que es insalubre vender comida así, pero es nuestro sustento. No tenemos otra opción,» expresó, también sin revelar su identidad.

A pesar de las numerosas quejas y solicitudes a la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (COMAPA), los vecinos han recibido respuestas evasivas. «Nos dicen que es una empresa privada la que está trabajando aquí y que ellos no pueden hacer nada,» compartió otro residente, frustrado por la falta de acción.

El mal olor proveniente de las aguas negras en la colonia Francisco Villa ha convertido la vida de sus residentes en un infierno, al punto de que ni siquiera pueden comer con tranquilidad. Además, la proliferación de mosquitos ha disparado el riesgo de brotes de enfermedades como dengue, chikungunya y Zika, dejando a la comunidad en una constante preocupación por su salud.

Este no es un caso aislado. Otro brote de aguas negras en la entrada de la misma colonia vierte su contenido en un arroyo cercano, agravando aún más el problema. Los habitantes de la zona señalan que, a pesar de los anuncios de mejoras en la infraestructura hidráulica, la situación no sólo no mejora, sino que empeora con el paso del tiempo.

Carmen Lilia Canturosas ha presumido en diversas ocasiones las inversiones millonarias que su administración ha destinado a obras de COMAPA para mejorar el sistema de alcantarillado y agua potable. Sin embargo, la realidad en las calles cuenta una historia muy distinta. El reciente préstamo millonario que recibió la administración municipal parece no haber llegado a las áreas que más lo necesitan.

Los residentes de Nuevo Laredo sienten que han sido abandonados por un gobierno que promete, pero no cumple. La situación en la colonia Francisco Villa es solo un reflejo de un problema más amplio que afecta a toda la ciudad. Mientras tanto, las aguas negras continúan fluyendo, y con ellas, los riesgos para la salud de miles de ciudadanos que solo desean vivir en un ambiente seguro y limpio.

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