El Partido Acción Nacional (PAN) se recupera del golpazo que dejaron las elecciones del 2 de julio, en las que el bloque opositor, del que formaba parte, sufrió un golpe brutal, a tal grado que le ha obligado a una autocrítica profunda. Esta vez, el impacto repercute directamente en su presidente, Marko Cortés.

La votación por el PAN cayó a niveles no vistos desde que dejó de ser el partido en el poder en 2012. Ahora, en plena resaca institucional, el partido exclama hacia dentro, en voz baja y en altavoces de sus dirigentes. El mensaje contra Cortés es rotundo: “Cambias o te vas”.

Un grupo de exgobernadores del PAN, entre ellos Francisco Ramírez Acuña, Francisco Barrio Terrazas, Fernando Canales Clariond y otros, han emitido una declaración conjunta en la que dejan en claro que la advertencia ha dejado de ser un mero mensaje de fuego amigo.

Exigen al presidente y a la dirigencia nacional no adelantar la sucesión de la Presidencia del partido mediante acuerdos con los llamados “padroneros”,  como llaman a los líderes locales, quienes controlan firmas de militantes y han dañado, según ellos,  la democracia interna del partido.

El llamado incluye la necesidad de abrir al PAN a la ciudadanía, permitiendo que los no militantes que apoyan al partido puedan participar activamente en la toma de decisiones. El partido se suma -según lo publicado por sus dirigentes  lo que “ven una amenaza de dictadura en México después de que los resultados electorales dieron gran parte del poder a Morena y sus aliados”. De fondo, en el PAN se discuten los límites y los alcances de la libertad ante un inminente gobierno con, según ellos, “tendencias autoritarias”.

Los exgobernadores proponen la implementación de mecanismos que eviten elecciones inequitativas y la sobrerrepresentación del partido en el poder en el Poder Legislativo. Aún así se dieron tiempo para validar el trabajo de Xóchitl Gálvez, quien fue candidata presidencial representando a la coalición Fuerza y Corazón por México, sin ser militante del PAN.  Gálvez y millones de mexicanos seguirán trabajando por las mejores causas del país, aseguran.

Vendrán nuevas sesiones de trabajo en las cuales se discutirán las reformas ejecutivas del partido. El PAN renovará sus dirigencias nacionales a través de procesos internos con reglas aún rígidas que actualmente favorecen -dicen los gobernadores- sólo a quienes cuentan con el respaldo de los “padroneros”. Buscan -aseguran- una participación inclusiva y transparente.

La crítica hacia los llamados “padroneros” destaca un problema histórico dentro del partido, donde algunos liderazgos locales controlan procesos domésticos, restando oportunidades a otros candidatos. Tal situación llevó a impugnaciones en procesos anteriores, como cuando Marko Cortés fue elegido presidente en 2021.

En este proceso de cambio resuena el interés de figuras centrales como Adriana Dávila, Damián Zepeda y el diputado Jorge Romero, quienes se han postulado, aunque sea discretamente, como futuros líderes del partido.

El desplegado fue firmado por Francisco Ramírez Acuña, Francisco Barrio Terrazas, Fernando Canales Clariond, Héctor López Santillana, Carlos Medina Plascencia, Patricio Patrón Laviada, Marco Adame Castillo, Alberto Cárdenas Jiménez, Marcelo de los Santos, Ignacio Loyola Vera, José Guadalupe Osuna Millán, Juan Carlos Romero Hicks y Ernesto Ruffo Appel.

Por expreso

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