Las quemas agrícolas no controladas provocan cerca de uno de cada tres de los incendios forestales en México, donde son una práctica ancestral, reportó este domingo la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) del Gobierno.
“De enero a mayo 2024, 34.7% de los incendios forestales ocurrieron por quemas agropecuarias no controladas, lo que pone en riesgo la vida de los productores, daña los ecosistemas y degrada los suelos y, a su vez, erosiona los suelos y merma el rendimiento de los cultivos”, advirtió la dependencia en un comunicado.
México ha registrado al menos 3,517 incendios forestales este año en los 32 estados del país en una superficie de 179,849.45 hectáreas, según el último reporte de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) del 1 de enero al 2 de mayo.
Las entidades con mayor superficie afectada han sido Jalisco, Chiapas, el Estado de México, Oaxaca, Guerrero, Durango, Michoacán, Veracruz, Puebla y Nayarit, que en conjunto representan el 86 % del total.
Tan solo este domingo, la Conafor reportó 204 incendios activos en más de 93,000 hectáreas en 24 estados, incluyendo incidentes en 40 áreas naturales protegidas.
La cifra de incendios en lo que va de 2024 es 26% menor a la del mismo lapso de 2023, pero especialistas temen mayores riesgos por las cinco olas de calor que ha pronosticado México para entre marzo y julio, con temperaturas que han superado los 40 grados en decenas de entidades en la última semana.
La Sader reconoció que la quema de parcelas es una práctica ancestral porque es el método de preparación de los suelos para cultivos con menor esfuerzo y tiempo, pero advirtió de que aumenta el riesgo de incendios forestales y ocasiona severos daños en la biodiversidad.
“El suelo ha tardado cientos y hasta miles de años en formarse y por una práctica inadecuada, como es la quema, puede perderse y degradarse, por lo que es fundamental promover prácticas agrícolas sostenibles que garanticen la seguridad alimentarias”, comentó el secretario de Agricultura, Víctor Villalobos.
El funcionario aseguró que el Gobierno ha implementado programas y acciones para una agricultura sostenible, que consideran el cuidado de los suelos agrícolas, el uso adecuado del agua y mayor aprovechamiento de la agrobiodiversidad.