En medio de una ola de calor implacable, Tamaulipas se encuentra al borde de condiciones climáticas extremas. Con temperaturas máximas superando los 45°C, vientos con ráfagas de 50 a 70 km/h y tolvaneras que azotan la región, el estado enfrenta un desafío formidable en materia de clima.

El cielo, desde parcialmente nublado hasta medio nublado en el transcurso del día, augura la posibilidad de intervalos de chubascos acompañados de descargas eléctricas, y en zonas aisladas, incluso la caída de granizo. Esta combinación de fenómenos climáticos puede desencadenar condiciones peligrosas para la población y la infraestructura local.

La mañana comienza con un ambiente templado, pero no exento de riesgos, ya que se advierte la posible presencia de bancos de niebla que reducen la visibilidad y aumentan el peligro en carreteras y áreas urbanas. A medida que avanza el día, el termómetro se dispara, llevando el ambiente de muy caluroso a extremadamente caluroso, haciendo que la vida al aire libre sea un desafío.

Los vientos, predominantes del sureste a velocidades de 15 a 30 km/h, con ráfagas que pueden alcanzar los 70 km/h, añaden una capa adicional de complejidad a la situación. Además, existe la amenaza latente de la formación de torbellinos o tornados, un fenómeno que puede agravar aún más la situación ya tensa en la región.

Las autoridades locales están emitiendo advertencias y recomendaciones a la población para que tomen precauciones adicionales, como mantenerse hidratados, evitar la exposición prolongada al sol, asegurar objetos sueltos que puedan ser arrastrados por el viento y estar atentos a las actualizaciones del pronóstico del tiempo.

Por expreso

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