La plataforma de vídeos cortos TikTok, y su empresa propietaria, la china ByteDance, han presentado una demanda ese martes contra el Departamento de Justicia estadounidense para paralizar la ley que obliga a la casa matriz a vender su app, que de otro modo quedaría prohibida en territorio estadounidense.
La demanda, que TikTok ha presentado en el tribunal de apelaciones del circuito de Washington y que se esperaba desde que se promulgó la medida hace dos semanas, alega que la ley es parcialmente inconstitucional. Según la compañía, la medida perpetra una “violación sin precedentes” de la libertad de expresión, protegida en la primera enmienda de la Constitución. “Por primera vez en la Historia, el Congreso ha aprobado una ley que somete a una única plataforma, citada por nombre, a una prohibición permanente en todo el territorio nacional”, sostiene la app. La nueva ley también “prohíbe a cada estadounidense participar en una comunidad única en internet formada por más de mil millones de personas en todo el mundo”, según la empresa.
La plataforma también sostiene que la venta que exige la nueva ley “simplemente no es posible”. “Ni comercial, ni tecnológica, ni legalmente”.
La ley argumenta la seguridad nacional para justificar la necesidad de que la app, utilizada por más de 75 millones de estadounidenses según los datos de la compañía, se traspase a otros propietarios o se cierre. TikTok replica que ello no es una razón suficiente para restringir el derecho a la libertad de expresión, y que el Gobierno no ha demostrado que esa restricción sea necesaria.
El Gobierno de Estados Unidos asegura que con la ley no se pretende forzar el cierre de la aplicación, sino su venta, para proteger el uso que los propietarios de la plataforma puedan hacer de los datos de millones de sus ciudadanos. “En lo que nos centramos a la hora de aplicar esta ley ahora es en trabajar para una desinversión de modo consistente con la intención de la ley y con las preocupaciones de seguridad nacional que la hicieron aprobarse”, señalaba el consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, en una rueda de prensa inmediatamente después de que la medida quedara promulgada.
La nueva ley concede a ByteDance nueve meses para deshacerse de su creación más popular en Occidente. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, puede añadir una prórroga de tres meses más, hasta completar un año, si le parece que se han ido logrando progresos suficientes. Pero la demanda paraliza esa cuenta atrás y vuelve a poner el reloj a cero hasta que se resuelva la disputa.