El encargado del despacho de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos (COEPRIS), Mario Regolledo, ha anunciado un riguroso programa de inspección y vigilancia en toda la costa tamaulipeca, así como en establecimientos de venta de productos del mar, con motivo de la temporada de Cuaresma.
Este programa se está implementando en las 12 coordinaciones jurisdiccionales, así como en aeropuertos y puertos clave como Altamira, Tampico y Matamoros.
Regolledo destacó que se está llevando a cabo un esquema integral de prevención de salud, con énfasis en la vigilancia de establecimientos que manejan productos del mar, afirmando que se han realizado inspecciones minuciosas en hoteles, piscinas y agua de mar, garantizando que todas las playas de Tamaulipas sean seguras para los turistas.
«Estamos enfocados en el programa de Cuaresma y vigilando las playas, los establecimientos que expenden productos del mar sobre todo y estamos revisando también con todas las coordinaciones jurisdiccionales gasolineras, establecimientos de alimentos, las playas, vendedores no establecidos».
El funcionario informó que, en Matamoros y Tampico, se han realizado decomisos de mariscos debido a problemas de congelación inadecuada, lo cual representa un riesgo para la salud pública.
Asimismo, hizo un llamado a los vendedores de productos del mar para que conserven adecuadamente la temperatura de sus productos y respeten las normas sanitarias.
En cuanto a la seguridad en las playas, Regolledo aseguró que se cuenta con alrededor de 250 verificadores distribuidos en las 12 coordinaciones, quienes están trabajando activamente para garantizar que todas las playas estén en condiciones óptimas para su uso.
«Empezamos desde meses antes vigilando la viabilidad de las playas, sobre todo que estén en condiciones para ser utilizadas por los vacacionistas y puedo decirles que todas las playas de Tamaulipas están aptas”.
Finalmente, en relación con los vendedores ambulantes, Regolledo mencionó que la COEPRIS está coordinando con los municipios para otorgar permisos temporales y capacitar a los vendedores en el manejo adecuado de alimentos, garantizando así la seguridad alimentaria durante la temporada de Cuaresma.