Al menos 100 migrantes rebasaron a la Guardia Nacional de Texas en El Paso y derribaron la barrera de púas dejando una nueva escena de caos en la frontera, militarizada y blindada.
Las y los inmigrantes protegidos por ropa de invierno y guantes superaron las barreras extendidas por el estado de Texas en la frontera y se entregaron a un grupo de guardias nacionales.
Mientras que otro grupo se zafó de ellos a empujones y a la carrera para emprender la huida hacia Estados Unidos.
Las escenas de la tarde de este jueves son otro ejemplo del agravamiento de la crisis migratoria en plena pelea judicial entre el gobernador texano, Greg Abbott, y el presidente Joe Biden, quien tiene la potestad de controlar las fronteras y ordenar la política aduanera y migratoria.
Guardia Nacional levanta nuevo muro de vallas y púas
Efectivos de la Guardia Nacional en la localidad de Eagle Pass levantaron este jueves un nuevo muro de vallas y alambre de púas a lo largo del Río Grande, en espera de nuevas entradas de inmigrantes.
Mochilas, zapatos y ropas desgarradas quedan atrapados en en el muro de alambre extendida.
Aún esta tarde eran visibles las huellas de los dedos que arrancan casi a diario tierra bajo las alambradas para poder adentrarse en el condado Maverick, arriesgándose a una detención de la Patrulla Fronteriza (CBP) o a kilómetros interminables de ranchos de mesquite, arbusto lleno de espinas.
Tras el enfrentamiento, la Guardia Nacional de Texas regresó a las personas migrantes a territorio mexicano.
Ley antimigrante de Abbott
El gobierno de Abbott insiste en aplicar una ley migratoria estatal, la llamada SB4, que convierte en delito cruzar ilegalmente al estado desde México y que reserva penas más duras para los reincidentes, algo que ha elevado las críticas del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, y hace temer a las organizaciones proinmigrantes discriminación racial a lo largo de la frontera.
Una corte federal de apelación mantiene la ejecución de esa ley suspendida, después de que el Tribunal Supremo de EU decidiera esperar a que se dirima en esa instancia inferior, y después de varias pausas que han generado una gran confusión entre las fuerzas del orden y la asociaciones de apoyo al migrante.
El panel de jueces del tribunal de apelaciones del Quinto Circuito, que se reunió de urgencia ayer miércoles, parece dividido sobre varias cuestiones relativas a la ley SB4, como la posibilidad de que la autoridades de Texas puedan devolver inmigrantes a México, algo que ahora es una prerrogativa del gobierno federal.
El gobernador Abbott ha pedido que se permita que la ley entre en vigor hasta que el Supremo, con mayoría conservadora, decida sobre su constitucionalidad.
Mientras tanto, los migrantes esperan al otro lado del río con la incertidumbre de si serán procesados, como ocurre ahora, en un centro de la Patrulla Fronteriza, o tratados como criminales.
Al otro lado les esperan cada vez más alambres de púas. (EFE)