Este jueves el estado de Texas enfrentaba el mayor incendio forestal de su historia, el cual ha dejado un muerto y resulta difícil de controlar por los bomberos, el presidente Joe Biden atribuyó a este catástrofe como un efecto más de los efectos del cambio climático.
Acorde con el Servicio Forestal de Texas, seis incendios permanecían «activos», cinco de ellos localizados en el norte del estado, en la zona conocida como Panhandle (mango de sartén, en español), bautizada así debido a la forma que tiene en el mapa esta área cuadrada en la parte superior. Y el sexto incendio se desató en el este de Texas.
El mayor foco activo, denominado Smokehouse Creek, arrasaba el jueves con unas 435 mil hectáreas, solo estaba contenido en un «3 por ciento» de su extensión y también afectaba una parte del estado vecino, Oklahoma.
Es el mayor incendio forestal registrado en la historia de Texas, superando a uno denominado East Amarillo Complex, que en marzo de 2006 acabó con 371 mil hectáreas, según cifras oficiales. Este gran siniestro se topaba el jueves con otro en el área, el 687 Reamer, de 800 hectáreas.
El Servicio Forestal de Texas confiaba en tener más suerte en el combate.
«El ambiente será más fresco en todo el Panhandle de Texas, donde se han establecido varios incendios grandes. La actividad de los incendios hoy [jueves] no será tan resistente a los esfuerzos de extinción en comparación con el lunes y martes», dijo en la red social X.
Otros 10 siniestros, estaban contenidos (ardiendo pero sin avanzar) en el norte, noreste y este de Texas, totalizando 23 incendios. Una decena ya estaban bajo control y fueron retirados de la lista. El más reciente reporte del Servicio Forestal informaba de un total de 509.800 hectáreas fueron consumidas.
Pese a que hubo evacuaciones preventivas en varias localidades, la ciudad de Stinnett, cercana al mayor siniestro, fue hallado el cuerpo de una mujer de 83 años, informó la cadena ABC Deidra Thomas, portavoz de Manejo de Emergencias del condado de Hutchinson, al que pertenecen ciudades como Stinnett, Borger o Fritch, afectadas por las llamas.
Se precisó que en Stinnett un total de 20 inmuebles habían sido arrasados por el fuego.
¿Efectos del cambio climático?
El presidente Joe Biden sobrevoló las zonas afectadas por los incendios y ofreció ayuda federal, a nivel de otorgar como presupuesto a un contingente para apoyar a Texas y Oklahoma.
Biden dijo que observó muchas áreas devastadas hasta los cimientos. Las autoridades han informado que las condiciones cálidas y secas causadas por altas temperaturas, así como fuertes vientos, tuvieron incidencia en la provocación del fuego.
«La idea de que no existe el cambio climático (…) Amo a algunos de mis amigos neandertales que todavía piensan que no hay cambio climático», dijo Biden durante una visita a la frontera sur de Estados Unidos.
«Mi administración seguirá aprovechando el progreso que hemos logrado en la lucha contra la crisis climática y seguiremos ayudando a la gente a reconstruirse a raíz de estos desastres», aseguró, y agradeció a los equipos que combatían el siniestro en primera línea.
El condado informó que se habían empezado a limpiar algunas áreas residenciales afectadas en Borger. Las autoridades pidieron a los habitantes informar si desconocen del paradero de algún vecino que resida en las zonas siniestradas, para poder buscarlo.
Algunas localidades se encuentran aún sin agua y sin energía eléctrica, debido a que el cableado fue consumido por las llamas, sus residentes permanecen en refugios.
El estado de Texas emitió el martes una declaración de desastre natural para 60 condados, con lo cual se desbloquean recursos para combatir los incendios