El crecimiento de colonias, la creación de parques industriales, han provocado que la carretera libre a Nuevo Laredo se convierta en una zona de alto riesgo para automovilistas, vecinos y trabajadores al norte de la zona metropolitana de Monterrey.
Aunado al peligro por el embate de grupos delincuenciales que operan en municipios como Zuazua, Ciénega de Flores, Escobedo y Apodaca, transitar por ella es sumamente peligroso.
Diariamente, circulan por esta arteria miles de vehículos de carga y privados Además, cientos de obreros que a temprana hora salen de sus centros de trabajo, arriesgan sus vidas al cruzar la carpeta asfáltica.
Para poder llegar al otro extremo, se convierten en verdaderos atletas o en expertos toreros para lidiar con automóviles y unidades de carga.
Entronques como el que se encuentra a la altura del kilómetro 30, amanecen como grandes estacionamientos de tráileres parqueados a la orilla de la carretera sin restricción alguna.
Y entronques como de la carretera Nuevo Laredo hacia Salinas Victoria, representa serios retos para peatones y automovilistas.
A sus orillas, cientos de cruces parecen como recordatorios de lo que puede suceder en cuestión de segundos.
La problemática se extiende hasta el centro del municipio de Ciénega de Flores. La arteria federal cruza el pueblo y desde la plaza principal se observa la carga vehicular que se incrementó tras la construcción de fraccionamientos nuevos y parques industriales.
La carretera a Nuevo Laredo, históricamente es una de las rutas utilizadas para el comercio internacional entre Nuevo León y Texas.