La cancillería de Ecuador aseguró el domingo que el exvicepresidente Jorge Glas — quien goza de libertad condicional — se encuentra en la embajada de México en Quito, por lo que solicitó la colaboración del gobierno mexicano para que se le invite a salir del recinto, pues un eventual asilo sería ilegal, informó la dependencia.
En una carta enviada el domingo a la embajada mexicana, el gobierno ecuatoriano señala que, «ante el requerimiento formulado por la Fiscalía General del Estado, se permite solicitar la urgente colaboración de las autoridades mexicanas, a fin de que se invite al citado ciudadano a abandonar dicha representación diplomática inmediatamente».
El Ministerio Público investiga a Glas y a otros dos exservidores por presuntas irregularidades en una obra contratada en la provincia costera de Manabí, la cual resultó afectada por un terremoto en abril de 2016, cuando Glas ejercía el cargo.
Adicionalmente, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador pidió a la embajada mexicana información sobre las razones de la presencia de Glas en dicha sede diplomática, y añadió que espera su colaboración, pues «no sería lícita la concesión de asilo diplomático», puntualizó.
La Secretaría de Relaciones Exteriores de México difundió un comunicado en X, antes Twitter, en el que informó que Glas se presentó el 17 de diciembre a la sede diplomática y solicitó su «ingreso y salvaguarda» por temor a «su seguridad y libertad personal».
Se le permitió acceso «en calidad de huésped», sustentado en el marco jurídico mexicano de protección internacional de personas y otras normas constitucionales y legales, se agregó. De presentarse una solicitud formal de asilo político, el gobierno analizará y requerirá la información necesaria para proceder de acuerdo con los tratados internacionales, bilaterales, y el derecho internacional, concluyó.
Glas fue vicepresidente de Ecuador durante el gobierno de Rafael Correa entre 2013 y 2017, y fue reelecto en 2017 con el gobierno de Lenin Moreno, meses antes de ser condenado a prisión.
El juez penal Emerson Curipallo concedió en noviembre de 2022 la libertad provisional a Glas, quien cumplía dos condenas de prisión — de seis y ocho años — por casos de corrupción durante su gestión como vicepresidente. El primero por asociación ilícita vinculado al caso Odebrecht y el segundo por una red de sobornos a cambio de obras públicas.
Pero el juez Curipallo cumple desde el viernes con una orden de prisión preventiva en relación con el sonado caso «metástasis», en el que la fiscal destapó una presunta estructura de delincuencia organizada instalada en la función judicial, la policía y otras instituciones públicas que recibían sobornos a cambio de fallos judiciales favorables y otras acciones para un importante narcotraficante y sus familiares.
Otro juez restituyó en junio los derechos políticos de Glas, quien además enfrenta una demanda de su exasistente por supuesto acoso.