Campesinos tomaron las instalaciones de la presa hidroeléctrica El Caracol, en el municipio de Apaxtla, en exigencia de cuatro bases del Ejército para detener la incursión de La Familia Michoacana.

La tarde de este martes, más de mil campesinos, encabezados por comisarios de los municipios San Miguel Totolapan, región Tierra Caliente, y Heliodoro Castillo, de la sierra, arribaron a la entrada y oficinas de la presa de la Comisión Federal de Electricidad, Carlos Ramírez Ulloa, en exigencia de seguridad y atención a familias desplazadas.

Demandan a la Sedena la instalación de cuatro bases de Operaciones Mixtas en las comunidades Linda Vista, Acatlán, Tetela del Río y el Nuevo Caracol.

Las autoridades justificaron que la medida es para evitar la incursión de los grupos del crimen organizado y lograr el retorno de los desplazados a sus comunidades.

Desde marzo, los representantes de esas comunidades han denunciado ataques armados, desde drones artillados, contra la población, provocando el desplazamiento forzado de decenas de familias.

Los manifestantes aseguraron que un día antes se le hizo la petición y se le informó de la acción al secretario general de gobierno de Guerrero, Ludwig Marcial Reynoso Nuñez, quien minimizó la situación y fue prepotente en su interlocución.

Y dijeron que permanecerán en la toma de las instalaciones hasta que sean atendidos por funcionarios federales.

La población se encuentra en medio del avance territorial en la sierra del grupo delictivo la Familia Michoacana por todos los frentes del municipio de Heliodoro Castillo, bastión del grupo criminal Los Tlacos.

Por expreso

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