Dos años después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) incorporó a la Condición pos Covid, también conocida como afección por Covid o Covid largo, Covid como la enfermedad que surge después de haber contraído el virus de SARS CoV2, México carece de un plan o programa de manejo integral que proporcione a los médicos, sobre todo a los de primer contacto en farmacias y clínicas, los elementos básicos para diagnosticar y tratarlo.
Mauricio Rodríguez, profesor de la UNAM y vocero de la Comisión Covid de esa casa de estudios, dijo que se requiere crear una guía médica para evitar abusos en el sector privado con la venta de productos y servicios milagro, dado que esta nueva enfermedad provoca abandono laboral y discapacidad.
“Necesitamos un sistema de detección muy sensible en la clínica de primer contacto. Necesitamos definiciones operativas para poder integrar los diagnósticos en un sistema. Ahora el gobierno federal ha empezado a integrar la información epidemiológica de los consultorios anexos a farmacias y eso se suma a lo que registra el IMSS, el ISSSTE, en las secretarías de salud… los estudios han reportado que si una vez alguien contrae Covid tiene un riesgo, pero el riesgo cambia si es la segunda, tercera y cuarta ocasión, mientras que eso cambia con la vacunación, pero la condición por Covid puede aparecer en un momento y requerir atención”.
Según la OMS «la afección pos-Covid-19 se produce en individuos con antecedentes de infección probable o confirmada por el SARS-CoV-2, generalmente tres meses después de la aparición del Covid-19 con síntomas que duran al menos dos meses y que no pueden explicarse por un diagnóstico alternativo”.
Los síntomas más comunes son la fatiga, la dificultad para respirar y la disfunción cognitiva, pero también se pueden dar otros síntomas que suelen repercutir en la vida cotidiana del enfermo.
Rodríguez explicó que en otros países existen datos y evidencias de este padecimiento después de Covid en el caso de México es un problema porque no sabemos de qué tamaño es, ya que solo el IMSS tiene un protocolo para atender la enfermedad, debido a que ya hay trámites para solicitar incapacidades y evitar el abandono laboral.
“La impresión es que no es un problema generalizado o aparente, son pocas las personas que tienen problemas importantes. Las incapacidades, la tendencia nos puede decir cuál es la incidencia”.
Según el Instituto Mexicano del Seguro Social el año pasado los casos atendidos por los Servicios de Medicina Física y Rehabilitación con el Diagnóstico U099, condición de salud posterior a Covid-19 y el U071 Covid-19 un total de 18 mil 568 derechohabientes.
El síndrome post Covid-19 afecta aproximadamente del 10 por ciento al 20 por ciento de personas que estuvieron enfermas por coronavirus. Este grupo presenta malestar tres semanas más que el resto de los enfermos, pero hay otro sector, entre el uno por ciento al tres por ciento del total de enfermos por Covid-19, que tienen síntomas 12 semanas después. Sin embargo, se ha observado que los síntomas persistentes tras una infección por SARS-CoV-2 también afectan a personas diagnosticadas con Covid-19 leve sin comorbilidades.
Antonio Pascual Feria, presidente de la Asociación Nacional de Farmacias en México (Anafarmex) dijo que después de Covid la atención de pacientes en los consultorios anexos a las farmacias creció 30 por ciento, mientras que el número de espacios que atienden a personas sin seguridad social y con servicios como el IMSS o el ISSSTE pasó de 15 mil a 18 mil en estos tres años.
Dijo que en este momento los consultorios adyacentes a las farmacias generan 10 millones de citas al mes. “Ha habido una demanda de este servicio privado. La demanda se ha generado desde Covid, la población tiene más padecimientos o ahora acuden con mayor frecuencia a atenderse y que antes no lo hacían, por ejemplo, si presentan enfermedades respiratorias”.
Se trata de una atención de primer nivel y para los pacientes es más práctico “porque en el sector institucional es más complicado tener una cita, los tardan en dar una consulta”.
Pascual Feria señaló que a partir de la demanda la Anafarmex se sumó a la mejora regulatoria y en un decálogo para mejorar el servicio se ha incorporado la creación de los expedientes clínico, se debe informar al paciente los efectos de los medicamentos que se le prescriban para evitar la sobre prescripción y, en el tercer caso, se buscó que el paciente no esté obligado o condicionado al surtimiento de la receta en la farmacia anexa.
La otra parte que se sometió a la regulación es la parte profesional “no son practicantes, son médicos generales con cédula, incluso médicos del sector institucional que vienen en busca de un segundo trabajo, una segunda chamba”.
Todas estas acciones se hicieron para atender la demanda creciente de los servicios. “Desde el Covid y el pos Covid el servicio ha ido creciendo no solo por la demanda de atención, sino por lo práctico y económico”. La consulta cuesta desde 25 a 50 pesos.
Cuando un paciente es diagnosticado con un padecimiento o con síntomas de otro nivel de atención lo que se hace es referenciar a una atención especializada de segundo o tercer nivel, indicó.