Tamaulipas necesita dos plantas desalinizadoras en el Golfo de México para enfrentar la escasez de agua que sufre el estado, consideran especialistas, al plantear una serie de medidas emergentes para evitar una crisis hídrica.
“Hay que estudiar alternativas para diseñarlas y construirlas, es una salida viable ante la problemática que se padece, una se podría instalar en La Pesca para llevar agua a Victoria y la otra entre el sur de Matamoros y la Laguna Madre para beneficiar a los municipios del norte del estado”, propuso Gerardo Sánchez Torres Esqueda.
En una mesa de análisis con especialistas, organizada por Ingenieros sin Fronteras México, dijo que es urgente estudiar y aplicar estrategias y políticas públicas de países como Israel, donde el 75% del agua potable viene de la desalinización de agua de mar e inclusive hay ciudades como Australia donde cubre el 100% de la demanda.
El presidente en México de esa asociación civil, apuntó que en el país existen 320 lugares donde se han instalado un total de 435 plantas desalinizadoras, la gran mayoría en hoteles para fines de turismo.
De acuerdo con su información, los dos estados que cuentan con el mayor número de plantas de este tipo son Quintana Roo con 124 y Baja California Sur 71, siendo este último quien tiene la más grande de México en Cabo San Lucas.
Explicó que esta tiene una capacidad de producción de 200 litros por segundo, que sería equivalente a 17 mil 280 metros cúbicos por día y el costo de producción de agua potable en la planta es de 10.5 pesos por metro cúbico.
El también académico advierte que el destino nos alcanzó y también se torna indispensable tecnificar el riego completamente para disminuir el consumo de agua para uso agrícola y rehabilitar toda la infraestructura hidráulica para riego y agua potable.
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Otra de las medidas que propone es reutilizar la totalidad de las aguas residuales domésticas en los sectores agrícola, industrial y comercial, y que las fugas en las redes de distribución disminuyan, de un 45% actual a un 10%.
Es necesario además, dijo, eliminar la contaminación del agua superficial y subterránea porque impacta la disponibilidad del recurso natural.
Sánchez Torres Esqueda destacó lo anterior al exponer un análisis sobre la disponibilidad de agua en el tramo 2662 río Pánuco, considerando las demandas de agua para Tamaulipas y Nuevo León y los impactos del cambio climático y las sequías.
Dicho tramo se encuentra comprendido entre la estación Las Adjuntas y la estación hidrométrica de Pánuco, cuyo balance hidráulico reflejó, dijo, que de extraerse agua para Monterrey, disminuirá la disponibilidad de agua.
“Según la última actualización del balance hidráulico de todas las cuencas del país, la Conagua dice que al final de cuentas hay una disponibilidad de más de 7 mil millones de metros cúbicos en este tramo, pero el organismo asume que ese volumen permanece todo el año y no es así”.
El representante de Ingenieros sin Fronteras, acotó que con esa información oficial aparentemente no se tendrían problemas para satisfacer la demanda de agua en el tramo, pero desde su punto de vista lo que hay ya es un déficit, mismo que aumentaría de efectuarse la extracción con un mayor impacto en los meses de febrero a mayo.