Gracias a la generosidad de los hijos e hijas de Guanajuato que viven en Estados Unidos, Adrián Robles Aguillón ahora también vende cocos aparte de mangos y sandías en su puesto de frutas.
Pero su optimismo ha menguado ante un signo preocupante: Por estos días la gente tiene menos pesos para gastar.
“Aquí todos necesitamos de las remesas; a todos nos sirven”, dijo Robles.
Cada mes su familia en el Norte de Texas y en Austin le envía dólares hasta este pueblo, localizado entre San Miguel de Allende y la capital del estado, Guanajuato.
El dinero “se extiende por toda la comunidad y ayuda a los negocios a mantenerse a flote”, dice. “Pero he notado que la gente gasta menos, y eso es preocupante”.
Le echa la culpa al “súper peso”, moneda que en los últimos meses ha crecido frente al dólar.
Esa generosidad a través de las remesas –el dinero que los migrantes en el extranjero envían a sus familias– sigue constante, e incluso ha aumentado; pero el dólar ha estado perdiendo valor.
En estos días el dólar se vende en poco menos de 17 pesos, una depreciación de más del 20% con respecto a julio del año pasado.
El súper peso está afectando remesas y exportaciones, y los jubilados y turistas súbitamente se dan cuenta de que su alguna vez poderoso dólar ya no da para comprar como antes.
En diciembre pasado, por ejemplo, el peso estaba a unos 19.50 frente al dólar. La semana pasada estaba a 16.90.
El año pasado las remesas enviadas de Estados Unidos a México crecieron a unos $61,000 millones, un récord, de acuerdo con el Banco de México, cifra que supera a otras fuentes de divisas para el país, como el turismo y la exportación de petróleo.
A nivel mundial, México es el segundo país que más remesas recibe, solo después de India, según el Banco Mundial.
“En general las remesas han aumentado un 10% en los primeros seis meses del año; un 12% tan solo en el estado de Guanajuato”, dijo Juan Hernández, secretario de migración y relaciones exteriores de Guanajuato.
“¿Preocupa a los mexicanos que el dólar ya no les dé tantos pesos como antes? Claro que sí, y esto se suma a la preocupación por la volatilidad de la economía”, dijo.
Hernández divide su tiempo entre Guanajuato y Fort Worth, pero esta semana deja su puesto en el estado para integrarse al equipo de campaña de la senadora y aspirante a la presidencia Xóchitl Gálvez.
“Ahí están los paisanos tratando de enviar más y más dinero para dar abasto”.