El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden, discutieron sobre migración en la conversación telefónica que sostuvieron este jueves, confirmó un funcionario de la Casa Blanca.
John Kirby, portavoz de la Casa Blanca, dijo a periodistas que viajarán a México en los próximos días el secretario de Estado de EU, Anthony blinken, el Secretario de Seguridad Nacional estadounidense, Alejandro Mayorkas y Elizabeth Sherwood-Randall, asesora del presidente Biden para Seguridad Nacional.
De acuerdo con el funcionario, conversaron sobre el aumento del flujo migratorio en la frontera entre ambas naciones.
“Los dos líderes acordaron que son necesarias urgentemente acciones de refuerzo adicionales para que puertos de entrada clave puedan ser reabiertos en nuestra frontera común”, declaró este jueves durante conferencia de prensa.
La conversación entre los gobernantes se dio mientras compañías ferroviarias y grupos empresariales están presionando a Washington para que reabra rutas comerciales en la frontera común, después de que las autoridades cerraran dos cruces por el aumento del paso de inmigrantes en los últimos días.
Este jueves, la Casa Blanca informó que los dos gobernantes hablaron, después de que López Obrador anunciara horas antes que se iba a dar el contacto.
“Vamos a ver qué nos plantea. El pidió ayer que quiere hablar conmigo y con mucho gusto”, afirmó el mandatario mexicano sobre la conversación, que estaba prevista a las 09:00 hora local.
Al ser consultado por los periodistas respecto a los temas de los que podrían conversar, López Obrador respondió: “Yo creo que migración”.
La llamada ocurrió tras la reunión de ambos mandatarios el 17 de noviembre en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, en inglés) que se celebró en la ciudad estadounidense de San Francisco, donde acordaron reforzar la cooperación para contener la migración irregular y el tráfico de fentanilo.
López Obrador insistió entonces a Biden en que Estados Unidos debe apoyar un plan de cooperación para Latinoamérica tras la cumbre migratoria que albergó México el 22 de octubre con Belice, Colombia, Costa Rica, Cuba, El Salvador, Haití, Honduras, Panamá y Venezuela, que concluyó con un rechazo a las “medidas coercitivas” y la petición de más alternativas legales para la migración.
Además, la polémica sobre la migración se intensifica en medio de la contienda interna de los republicanos y la nueva ley antimigrantes de Texas que autoriza a jueces y policías locales detener a indocumentados y deportarlos.