Tras la prueba que implicó el verano, donde hubo algunas fallas, la red eléctrica de Texas se prepara para un nuevo desafío: el clima invernal.
El tema es importante, luego de que un apagón ocasionado por una tormenta invernal en febrero del 2021 cobró la vida de decenas de personas, por lo que los funcionarios de Texas le prestan más atención al cuidado y mantenimiento de la misma.
La capacidad de generación eléctrica es vigilada de cerca por los reguladores y agencias gubernamentales estatales y federales para evitar que se repita un suceso similar. Sin embargo, en el Consejo de Confiabilidad Eléctrica de Texas (ERCOT) saben que tienen un desafío inmediato que comenzará con la temporada invernal.
Si bien el gas natural es una importante fuente para la mezcla energética, al contribuir con el 47 por ciento de esta, la energía solar ha experimentado un aumento significativo, desde 5 mil 552 megavatios que aportaba en 2020 hasta aproximadamente 16 mil megavatios este año, de acuerdo con la Administración de Información Energética.
No obstante, en invierno, cuando el sol ilumina menos horas al día, la energía solar enfrenta limitaciones, ya que alcanza su punto máximo durante el día y disminuye significativamente por la noche. La energía eólica, que representa el 26 por ciento de la mezcla de generación eléctrica, también tiene períodos intermitentes cuando no hay suficiente viento.
Dado el constante interés de relocalización o llegada de empresas a territorio texano, precisamente por su potente red eléctrica, la Legislatura estatal reconoce la necesidad de expandir el suministro y por ello dio luz verde a una medida conocida como Proposición 7.
La medida tiene como objetivo crear el fondo de energía de Texas para apoyar la construcción, mantenimiento, modernización y operación de instalaciones de generación eléctrica. Esta propuesta será aprobada o rechazada por los votantes durante las elecciones del próximo 7 de noviembre y podría ser el impulso que requiere la red eléctrica para evitar más fallas en el futuro.