Jóvenes indígenas tzotziles, choles, tzeltales, chan, que llegaron del sur, sureste y centro del estado de Chiapas, llevaron a cabo este domingo una marcha de carácter religioso por las principales calles de esta ciudad para pedir paz en el estado, en el país y en el mundo, y vivir sin violencia, esto tras la crisis de seguridad en la región que han generado grupos del crimen organizado.
Nosotros como jóvenes también nos duele, nos da tristeza y por eso hemos convocado a más jóvenes a esta jornada, para que todos tomemos conciencia y podamos ayudar para que se acaben estos problemas que son hasta posiblemente un riesgo de muerte, porque muchos jóvenes también están metidos en el narcotráfico”, expresó la joven Georgina Sánchez a EFE durante la movilización.
En la jornada participaron más de mil jóvenes quienes se congregaron en esta ciudad en el marco de la primera jornada de la juventud, organizada por la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, en la que también demandaron a los gobiernos estatal y federal unir esfuerzos y crear estrategias para que la juventud no tenga que migrar, no sea presa de la violencia y no caiga en las drogas.
Sabemos que en Chiapas, en San Cristóbal, estamos viviendo momentos muy críticos pero también tenemos motivos de esperanza, de saber que no todo está perdido, qué hay jóvenes que trabajan, hacen el bien, hay jóvenes y adolescentes que están luchando por ser mejores, no dejarse llevar por esta cultura de la muerte, somos más lo buenos que los que buscan el mal”, indicó a EFE Teresita Mendoza Galván, misionera Clarisa del Santísimo Sacramento.
Los jóvenes se concentraron en el teatro Hermanos Domínguez, al poniente de San Cristóbal de Las Casas, caminaron hasta la Plaza de la Paz con banderas blancas y las consignas “¡Viva la paz!”, “¡Viva la juventud“”, “¡Viva Jesuscristo y la Virgen María!”.
La marcha religiosa, una especie de peregrinación, terminó con una misa en la Catedral de San Cristóbal, encabezada por el religiosa Rodrigo Aguilar Martínez, quien invitó a la juventud a ser promotores de la paz, la salud y los buenos valores para lograr vivir en un mundo sin violencia.
La movilización ocurrió ante el incremento de la violencia en las comunidades indígenas de Chiapas donde grupos armados se han apoderado de los pueblos originarios y aunque activistas y habitantes continúan denunciando los hechos violentos que se generan en el estado, autoridades federales niegan reconocer los hechos delictivos afirmando que hay paz.
Chiapas es un territorio estratégico por su ubicación geográfica, representa el puente de conexión entre el sur y el norte del continente a través de 700 kilómetros de frontera con Guatemala.