Autoridades de Estados Unidos encontraron el cadáver de un migrante en la zona donde el gobernador de Texas, Greg Abbott, instaló un muro flotante, anunció la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
A través de un comunicado, la cancillería detalló que hasta el momento se desconoce la causa de la muerte y la nacionalidad de la persona.
“Autoridades del Departamento de Seguridad de Texas (DPS) notificaron al Consulado de México en Eagle Pass que alrededor de las 14:35 horas encontraron el cuerpo de una persona sin vida atorado en la parte sur de las boyas que fueron colocadas en el río Bravo”, expuso.
Asimismo, la cancillería declaró que solicitará que se realicen las investigaciones necesarias para esclarecer lo sucedido.
“Desde la SRE seguiremos dando puntual seguimiento al caso por medio del Consulado de México en Eagle Pass, manteniendo contacto con las autoridades correspondientes en México y Estados Unidos para obtener más información sobre lo acontecido”, expuso.
Por otro lado, la secretaría insistió en rechazar la postura que ha tomado el gobierno texano de instalar este muro flotante para evitar el paso de migrantes al estado.
“Reiteramos la postura del Gobierno de México sobre que la colocación de boyas alambradas por parte de las autoridades de Texas es una violación a nuestra soberanía”, sentenció la dependencia.
Asimismo, la SRE reiteró su inquietud por los efectos negativos que pueden tener estos artefactos.
“Externamos nuestra preocupación sobre el impacto a los derechos humanos y seguridad personal de los migrantes que tendrán estas políticas estatales, que van en sentido opuesto a la estrecha colaboración entre nuestro país y el gobierno federal de los Estados Unidos”, concluyó.
Abbott anunció el despliegue de estas boyas en el Río Bravo como una medida para frenar la migración, y acusó al gobierno del presidente Joe Biden de no hacer nada al respecto.
Por estas acciones, el Departamento de Justicia de Estados Unidos demandó al estado de Texas por haber instalado la barrera sin autorización del gobierno federal.
Esta acción sostiene que Texas vulnera la Ley de ríos y puertos de 1899, en la que se establece que el Abbott tenía que haber pedido autorización primero.
La instalación de estas boyas también provocó que el gobierno mexicano enviara dos notas diplomáticas en las que acusa a Texas de violar tratados bilaterales de aguas y derechos humanos.
Sin embargo, Abbott ha insistido en que “Texas utilizará plenamente su autoridad constitucional para lidiar” con esta crisis de migrantes, y se ha negado a remover las boyas.