La Fiscalía General de la República (FGR) imputó a cuatro elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) por su presunta responsabilidad en los delitos de homicidio calificado y homicidio calificado en grado de tentativa, por la muerte de cinco jóvenes y un herido, hecho que ocurrió el pasado 26 de febrero en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
La imputación surgió luego de que un Juez federal dictara prisión preventiva oficiosa en el Campo Militar No 1 a los cuatros elementos del Ejército. Además se concedió la duplicidad del plazo constitucional solicitado por los imputados y se reanudará el próximo miércoles 12 de abril a las 16:00 horas.
Durante la audiencia, que se celebró por videoconferencia en el Centro de Justicia Penal Federal de la ciudad tamaulipeca de Reynosa, los fiscales formularon la imputación con base a diversos datos de prueba, para tratar de demostrar su probable culpablidad en la muerte de Gustavo Pérez Beriles, Wilberto Mata Estrada, Jonathan Aguilar Sánchez, Alejandro Trujillo Rocha y Gustavo Ángel Suárez Castillo.
El pasado 26 de febrero, la FGR inició una carpeta de investigación por los sucesos ocurridos en Nuevo Laredo, luego que cinco jóvenes perdieron la vida presuntamente a manos de integrantes del Ejército.
Dos días después, el Ejército mexicano admitió que militares dispararon a una camioneta que transitaba por la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo, un incidente en que murieron cinco personas y otra resultó herida.
Según explicó la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en un comunicado, los militares estaban investigando un hecho violento en el área donde se habían escuchado disparos cuando vieron un vehículo con siete individuos a bordo que iba “a exceso de velocidad, con las luces apagadas y sin placas”.
Cuando vieron a los soldados, “aceleraron velocidad de manera intempestiva y evasiva” hasta que chocaron con un vehículo que estaba estacionado, provocando un gran estruendo tras el cual los militares dispararon, continúa la nota de prensa.
El incidente derivó en un enfrentamiento entre soldados y un nutrido grupo de residentes enojados que creían que las “víctimas no estaban armadas ni había motivo para que les privaran de la vida en forma arbitraria”, dijo el grupo Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo en un comunicado.
Los videos del incidente, publicados en las redes sociales, muestran a civiles peleando con los uniformados en una calle cerca de una camioneta. En una grabación, se ve a habitantes lanzando puñetazos, tirando al suelo a un militar y pateándolo repetidamente. En medio de la pelea, se escuchan disparos y personas corriendo, pero no está claro quién hizo las detonaciones.
En una declaración en video, Raymundo Ramos, activista del comité de derechos humanos, afirmó que los soldados dispararon contra la multitud, pero no tenía información inmediata sobre víctimas adicionales. También dijo que los fallecidos regresaban de un club cuando fueron asesinados.
Un informe de las autoridades federales sobre los hechos al que tuvo acceso The Associated Press el lunes, indicaba que se encontró un documento de identificación emitido por Texas en uno de los cadáveres. La Embajada de los Estados Unidos no pudo confirmar de inmediato si había ciudadanos o residentes estadounidenses involucrados.
Tres de los cuerpos fueron encontrados en la camioneta y dos en una acera cercana, señala el reporte de las autoridades. Dichos informes generalmente señalan cualquier arma encontrada en la escena del crimen, pero no se mencionó ninguna en este caso.