Aunque es una tendencia reciente, el uso de los uniformes neutros son vistos como una alternativa para promover la equidad, evitar la discriminación e incidir en el mejoramiento de la economía familiar y de las empresas, al adoptar una vestimenta que sea aceptada por igual para ambos sexos.

En Tamaulipas, como en otros estados del país, el uso de uniformes neutros es cada vez más atractivo porque representa la posibilidad de que se vaya influyendo en la formación de una cultura de aceptación sin estereotipos y discriminación.

La Ciudad de México impulsó la iniciativa

El 3 de junio de 2019, el gobierno de la Ciudad de México presentó la estrategia de “Uniforme Neutro”, dirigida a las escuelas de nivel básico en la capital para que las estudiantes elijan libremente si desean usar pantalón o falda para asistir a clases.

Mediante una circular, la Secretaría de Educación Pública (SEP), a través de la Autoridad Educativa Federal en la Ciudad de México (AEFCM), precisó que los uniformes deberán seguir los lineamientos de cromática, escudos y distintivos que determinen las asociaciones de padres de familia y autoridades educativas.

Actualmente, los estados de Guanajuato, Jalisco, Morelos, Nayarit, Oaxaca y Puebla se han mostrado a favor de la utilización de los uniformes neutros en escuelas de educación básica, lo que da mayores libertades a niñas y niños para expresarse de manera más amplia y menos cargada de estereotipos. Además de que, en muchos casos, hay ciertas actividades físicas que tienen que realizar las niñas en las que la falda no siempre es la pieza más cómoda.

Para generalizar el uso de uniformes neutros, se hace necesaria una reflexión sobre los derechos y la perspectiva de género en el entorno escolar, sobre todo porque la ropa es una forma de expresar la identidad, por ello resulta importante que desde la niñez y la adolescencia sea posible ejercer el libre desarrollo de la personalidad si se pretende que todo el sistema educativo sea inclusivo, como ya se ha tenido en la Ciudad de México.

Agrupaciones de padres de familia y autoridades educativas coinciden en que es necesario avanzar en este aspecto, pues en la medida en que se logre una mayor aceptación de los uniformes neutros y se complemente con prácticas que promuevan la tolerancia alejada de estereotipos, se logrará mejorar los niveles de adaptación y convivencia social.

También las empresas lo prefieren

Empresas pequeñas y medianas dedicadas a la fabricación de uniformes escolares y de trabajo también coinciden en esto y hasta participan en la iniciativa para promover un mayor uso de los mismos, con la idea de que esto ayude a generar una mayor conciencia acerca del respeto a los derechos igualitarios entre estudiantes y trabajadores.

“De las 2 escuelas que yo distribuyo los uniformes, apenas el año pasado implementaron esta modalidad de pantalón para hombre y mujer, en las secundarias es donde se maneja más este modelo, en las primarias aún siguen utilizando las niñas falda y niños pantalón”, dice Reyes Sánchez Gómez, propietario de una empresa de este giro.

Mencionó que a partir de que los fabricantes participan en esta iniciativa se han visto mejorías en las ventas, pero también ha afectado económicamente a los padres de familia, ya que el rubro textil subió muchísimo sus costos pues las telas aumentaron 45%.

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