El verano ha comenzado en México y las altas temperaturas ya se hacen sentir con fuerza en gran parte del país. Sin embargo, este 2025 se prevé como uno de los más intensos debido a la combinación de dos factores clave: el fenómeno de El Niño y el cambio climático.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el país experimentará varios episodios de calor extremo a lo largo de la temporada. Esto implica riesgos importantes para la salud, especialmente para la población infantil, que es más vulnerable ante condiciones climáticas severas.
Por ello, las autoridades de salud recomiendan adoptar medidas preventivas para proteger a los más pequeños del golpe de calor, una condición médica potencialmente mortal.
¿Qué es un golpe de calor y por qué es tan peligroso?
El golpe de calor es una alteración grave del organismo que ocurre cuando la temperatura corporal aumenta rápidamente por la exposición prolongada al sol o a ambientes muy calurosos, sin la posibilidad de enfriarse adecuadamente. Puede aparecer de forma repentina y provocar daños severos a órganos vitales si no se trata a tiempo.
Este problema afecta con mayor frecuencia a:
- Niñas y niños menores de 6 años
- Adultos mayores
- Personas que viajan de zonas frías a lugares cálidos
- Personas con enfermedades crónicas
- Personas que practican actividad física intensa bajo el sol
Síntomas de un golpe de calor
Es fundamental reconocer los síntomas de advertencia para actuar con rapidez:
- Respiración acelerada y superficial
- Sudoración excesiva seguida de piel seca y enrojecida
- Deshidratación severa
- Dolor de cabeza punzante
- Mareos, desorientación o confusión
- Zumbido en los oídos
- Frecuencia cardiaca elevada
- Náuseas o vómitos
- Pérdida de la conciencia o desmayos
- Convulsiones (en casos extremos)
Si una niña o niño presenta varios de estos síntomas tras una exposición prolongada al calor, es necesario actuar de inmediato, moverlo a un lugar fresco, hidratarlo y, de ser necesario, buscar atención médica urgente.
Cómo prevenir el golpe de calor en menores
La mejor herramienta contra el golpe de calor es la prevención. A continuación, te compartimos una serie de medidas clave para proteger a niñas y niños en esta temporada de calor extremo:
- Hidratación constante:
Asegúrate de que los menores beban agua de forma continua, incluso si no tienen sed. Evita refrescos, jugos azucarados o bebidas con cafeína. - Vestimenta adecuada:
Elige ropa ligera, holgada, de algodón y en colores claros. Este tipo de prendas facilita la evaporación del sudor y evita la acumulación excesiva de calor en el cuerpo. - Evitar la exposición al sol:
No permitas que salgan al exterior durante las horas de mayor intensidad solar, generalmente entre las 11:00 a. m. y las 4:00 p. m. Busca siempre la sombra. - Espacios frescos y ventilados:
Mantén a los niños en habitaciones con buena ventilación o con ventiladores/aire acondicionado. Si no hay sistemas de enfriamiento, utiliza persianas o cortinas para reducir la entrada de calor. - Reducir actividad física intensa:
Evita que realicen ejercicios, deportes o juegos que impliquen esfuerzo físico bajo el sol. Es mejor cambiar esas actividades a la mañana temprano o por la tarde-noche. - Nunca dejarlos dentro del automóvil:
Un vehículo cerrado al sol puede superar los 50°C en pocos minutos, incluso si las ventanas están ligeramente abiertas. Es muy peligroso dejarlos dentro, aunque sea por poco tiempo. - Refrescar el cuerpo:
Báñalos con agua tibia o fresca varias veces al día. También puedes mojarles la nuca, el cuello, las axilas y las muñecas para ayudarles a bajar la temperatura corporal. - Supervisión activa:
Observa cambios de comportamiento: si están irritables, letárgicos, desorientados o presentan alguno de los síntomas ya descritos, atiéndelos de inmediato. - Alimentación ligera:
Opta por comidas frescas, frutas con alto contenido de agua como sandía o melón, y evita comidas muy calientes o copiosas que dificulten la digestión y generen más calor interno. - Uso de protector solar:
Si deben salir al exterior, aplica protector solar de amplio espectro (SPF 50 o más) media hora antes y reaplica cada dos horas. Esto evita quemaduras y protege la piel sensible. - Evitar bebidas con alcohol o energizantes:
Aunque no es común que los niños las consuman, es importante recalcar que este tipo de bebidas aumenta la temperatura corporal y acelera la deshidratación.