Las autoridades migratorias de Estados Unidos anunciaron este jueves el cierre de cinco instalaciones temporales de procesamiento debido al poco flujo de migrantes en la frontera con México, que ha bajado a unas 300 detenciones diarias.
Los centros de Donna, North Eagle Pass y Laredo (Texas), así como los de Yuma y Tucson (Arizona) fueron clausurados. Sin embargo, las instalaciones en San Diego (California) y El Paso (Texas) continuarán operativas, detalló en un comunicado la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, en inglés).
La agencia federal reportó este miércoles que en febrero pasado detuvo a 8 mil 347 inmigrantes indocumentados cruzando la frontera suroeste por sus diversos puntos de enrada, una caída del 94% interanual y una disminución del 71% intermensual.
Durante febrero, el primer mes completo tras las nuevas disposiciones presidenciales de mano dura de Donald Trump contra la migración irregular, la Patrulla Fronteriza registró un promedio de 330 detenciones diarias a nivel nacional, la cifra más baja en la historia de la CBP, detalló en un comunicado esa agencia.
En la frontera suroeste, las detenciones se redujeron a menos de 300 por día, según la CBP.
“El drástico descenso en la detención de inmigrantes ilegales como resultado del liderazgo del presidente Trump nos permite reducir el número de instalaciones temporales de procesamiento en puntos estratégicos a lo largo de la frontera suroeste”, declaró hoy Pete Flores, comisionado interino de la CBP.
Ya no son necesarias, ya que los inmigrantes en situación irregular están siendo expulsados rápidamente.
Este jueves, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, anunció también el cierre paulatino de los centros migratorios que han funcionado desde 2016 en la provincia del Darién, donde atendieron a cientos de miles de indocumentados, debido a la caída en hasta un 98% del flujo hacia el norte del continente.
“Hace un año teníamos 36 mil 841 migrantes cruzando por Darién, hoy marzo llegamos a 112“, detalló Mulino.