A casi seis años de la creación de la llamada Zona Libre de la Frontera Norte, el balance es positivo para el comercio organizado de Tamaulipas, pero ha empezado a verse con preocupación el incremento al salario mínimo en aquella zona, porque puede restarle competitividad para la llegada de inversiones.
Abraham Rodríguez Padrón, presidente de la Federación de Cámaras de Comercio (Fecanaco), expresó que hay temor de que nuevas empresas prefieran aterrizar su inversión en estados del centro y sur del país porque la mano de obra les saldría más barata.
“No estamos en contra del aumento al salario mínimo en la frontera, pero consideramos necesario que se revise el tema porque existe el riesgo de que nuevas empresas que tenían planes de instalarse en la región prefieran bajarse a otros estados donde le pagarían menos a los trabajadores”.
Señaló que los inversionistas buscan erogar lo menos posible en los costos de producción y aunque el crecimiento de las percepciones laborales es algo muy benéfico para los asalariados, puede generar un impacto adverso en un momento dado, lo que repercutiría no solo en la falta de acceso a nuevos empleos sino también en la pérdida de la derrama económica que se trasladaría a otros lugares.
“Viéndolo así, sí puede ser que pierda competitividad la zona y sean otros estados los que se vean beneficiados, por ello es necesario que se revise el tema y una propuesta es homologar los sueldos para que no haya esa diferencia que a la larga nos puede afectar”.
Salario mínimo en la frontera de Tamaulipas
Rodríguez Padrón recordó que el salario mínimo en la Zona Libre de la Frontera Norte será a partir del 1 de enero de 2025 de 419.88 pesos diarios, mientras en el resto del país ascenderá a $278.80.
“Obviamente no buscamos que no siga creciendo el salario de los trabajadores del norte, lo que planteamos es que los del centro y sur ganen lo mismo y es lo que estamos planteando a los legisladores para estar en igualdad de condiciones”.
En Tamaulipas, la zona libre comprende Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros, Río Bravo, Valle Hermoso, Guerrero, Mier, Miguel Alemán, Camargo y Díaz Ordaz.
Dentro del Plan Nacional de Desarrollo del gobierno anterior se integró la Zona Libre de la Frontera Norte, a la que se otorgaron beneficios fiscales, un mayor salario mínimo y la homologación de los precios de los energéticos.
Apuntó que en enero de 2019 se creó la zona libre y ven un balance favorable en retrospectiva, pese a las áreas de oportunidad, pues el sector gasolinero enfrenta el problema de la demora de pagos por concepto de devoluciones fiscales de la Federación.
Sobre ello, se informó recientemente que se trata del Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS) y la tardanza de los pagos impacta no solo a los expendedores de combustible sino también a la industria maquiladora, transportistas y comercio.
“El balance es positivo a seis años de la creación de la zona Libre de la frontera por parte del entonces Presidente Andrés Manuel López Obrador, aún con esas áreas de oportunidad y ajustes que estamos planteando pero en términos generales lo vemos favorable”, puntualizó.
El programa de la Zona Libre de la Frontera Norte (ZLFN) entró en vigor el 1º de enero de 2019, en 43 municipios de los estados de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, posteriormente se agregaron dos localidades más.
En toda esa franja, se indicó en su momento, se genera el 7.5 del Producto Interno Bruto nacional y se ofrecieron beneficios al desarrollo como la reducción del pago del IVA del 16 al 8%, la disminución al ISR al 20%, el incremento del salario mínimo regional al doble y la homologación del precio de los combustibles con los de Estados Unidos.
En el caso de las gasolinas se utilizan estímulos en materia del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, donde actualmente se enfrenta la problemática antes descrita.