El Instituto Nacional de Migración (INM) rechazó las versiones que señalan a la institución de engañar a personas migrantes durante los traslados en autobuses a otros estados del país, y aseguró que son los propios extranjeros quienes deciden abandonar las caravanas y acceder a la ayuda del gobierno.
Señaló que las personas migrantes aceptan el servicio de transporte que les ofrecen autoridades migratorias para trasladarse a distintos puntos en los que cuentan con servicio médico y se revisa su condición migratoria.
Indicó que el primer contacto que tienen al abordar los autobuses del INM, es con los Grupos Beta de Protección a Migrantes, quienes les brindan líquidos para hidratarse y la atención inmediata que requieran.
Resaltó que no ha recibido reclamos por parte de las personas extranjeras que han optado por esta ayuda, toda vez que al aceptarla expresaron no querer enfrentar más riesgos en su camino.
En ningún momento el INM les ha prometido nada que la institución no haya cumplido.
El INM subrayó que en el caso de las niñas, niños, adolescentes y personas vulnerables, así como los núcleos familiares, se canalizan para su atención y, en acato a la Ley de Migración, a la Procuraduría Federal de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, bajo el principio del interés superior de la infancia, y la unidad familiar.
Con ello, “el INM refrenda el compromiso de brindar un trato digno a quienes transitan de manera irregular en México y ponen en riesgo su integridad y la de sus familias”.
Según La Jornada, el Instituto Nacional de Migración disolvió la última caravana migrante que había salido de la frontera con Guatemala al otorgarles un documento para poder transitar por el país.
Douglas Velásquez, uno de los coordinadores del éxodo, dijo al periódico que el documento que les entregaron es una Forma Migratoria Múltiple con validez de 20 días para poder seguir por su cuenta.
Añadió que más de mil extranjeros accedieron a recibir el salvoconducto, principalmente mujeres y niños que ya estaban muy lastimados por la caminata de más de 240 kilómetros desde su partida de Tapachula el 20 de noviembre.