Con la firma del Acta 331 que reasigna agua a Estados Unidos se perjudicó a Tamaulipas, porque condena al Distrito de Riego 025 a desaparecer y perfila un desastre económico en su frontera, afirmó Jorge Luis López Martínez, vocal del Consejo de Cuenca del Río Bravo.

Calificó de ilegal el acuerdo suscrito por la Sección Mexicana de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) con Estados Unidos, pues se afecta en principio, dijo, a los tamaulipecos que tienen concesión, lo que considera una medida “unilateral y arbitraria”.

“El entregar esa agua mexicana ya almacenada en las presas internacionales y procedente de tributarios no aforados, representa una violación de fondo a lo estipulado en el Tratado de Aguas; es algo que rebasa las facultades de CILA y del propio Gobierno de México sin la aprobación del Senado, porque va en perjuicio del país”.

López Martínez explicó que cuando se presente el riesgo de un potencial faltante (en el envío hídrico a Estados Unidos) al que se refiere el acta en cuestión, es porque ya existe un déficit real en los volúmenes concesionados a los usuarios tamaulipecos y motivado por un desorden administrativo en la parte alta de la Cuenca (Chihuahua).

“Por lo tanto, al reasignar la de por sí escasa agua mexicana concesionada a los tamaulipecos representaría un doble agravio para nuestros usuarios, exponiéndolos a una permanente grave restricción y a quedar sistemáticamente sin una gota de agua para sus cultivos, sentenciando al distrito 025 a su desaparición”.

Tal afectación a uno de los cuatro distritos de riego más grandes del país, añadió, “traerá consigo un desastre económico en el norte del estado” y “dará al traste con el compromiso presidencial de Claudia Sheinbaum de avanzar en el tema de la soberanía alimentaria”.

Estima que este cambio en el Tratado de Aguas Internacionales, protege el desorden administrativo que origina la restricción del suministro en la región fronteriza desde 1995.

Es el último proyecto del Tratado Internacional de Aguas de 1944. ( Juan Carlos Bautista)
Es el último proyecto del Tratado Internacional de Aguas de 1944. ( Juan Carlos Bautista)

“La poca agua de las dos terceras partes y lo no aforado que ha permitido sostener en crisis a los Distritos 050, IV y V unidades del 026 y al total del 025, se comprometen para ahora asignarla a los Estados Unidos para evitar supuestos faltantes”.

Por ejemplo, en una condición de retraso en las entregas de agua al vecino país de más de 1,200 Mm3, si se ejecutan los resolutivos de inmediato y sin poner orden en la Cuenca, no se asignaría un metro cúbico para los citados distritos y de convertirse en una práctica sistemática, se secarán en los próximos años.

Jorge Luis López recordó que, por acuerdo con el entonces Presidente Andrés Manuel López Obrador, en su gestión se suspendió el Acta 330 hasta en tanto participara Tamaulipas; asegura que ahora la 331 es la misma y les informan después de firmada, desconociendo lo antes expuesto.

Puntualizó que el Acta 331 no plantea resolutivos que atiendan el origen del problema, que no es solo propiamente sequía, “y por el contrario, abre la puerta para que continúe el desorden administrativo en las aguas del principal afluente, que es el río Conchos”.

Por expreso

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