La atención médica que se brinda por trastornos alimenticios como anorexia y bulimia ha aumentado este año 25% y no solo son las mujeres quienes los padecen, el problema de salud avanza también entre los hombres.

La Secretaría de Salud del gobierno federal tiene un registro de 130 casos atendidos este año en clínicas y hospitales de la entidad, de los cuales 81 son pacientes femeninas y 49 del género masculino.

La cifra acumulada es al corte de la semana 40 del año, que comprende al 14 de octubre, precisó el Boletín Epidemiológico del Sistema Único de Información, que difunde la citada dependencia federal y es alimentado por las secretarías de salud estatales.

En Tamaulipas se observa un incremento del 25% en los diagnósticos de trastornos alimenticios, porque al mismo periodo del 2023 se tenían registrados 104 casos de anorexia y bulimia.

La Secretaría de Salud indicó que la anorexia, bulimia y otros trastornos relacionados con la alimentación, se presentan cuando una persona no recibe la ingesta calórica que su cuerpo requiere para funcionar de acuerdo con su edad, estatura, ritmo de vida y demás.

¿Cuáles son los síntomas de los trastornos alimenticios? 

La anorexia se caracteriza por una gran reducción de la ingesta de alimentos indicada para el individuo en relación con sus necesidades vitales. Esta disminución no responde a una falta de apetito, sino a una resistencia a comer, motivada por la preocupación excesiva por subir de peso o por bajar.

En la bulimia el consumo se hace en forma de “atracón”, durante el cual se ingiere una gran cantidad de alimento con la sensación de pérdida de control. Son episodios de voracidad que van seguidos de un fuerte sentimiento de culpa, por lo que se recurre a medidas compensatorias inadecuadas como la autoinducción del vómito, el consumo abusivo de laxantes, diuréticos o enemas, el ejercicio excesivo y el ayuno prolongado. 

Son padecimientos que pueden causar desnutrición, afecciones cardiacas e incluso la muerte. Son difíciles de tratar y permanecen ocultos hasta para las amistades y familiares más próximos de quien los sufre.

Detrás de estos comportamientos hay una preocupación absoluta por el peso, por no engordar, por mantener una delgadez extrema. La imagen corporal de sí mismo está distorsionada y no corresponde a la realidad.

Por expreso

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