Víctima de un artefacto explosivo que lanzó un dron, un agente de la Guardia Estatal de Tamaulipas murió en la ciudad fronteriza de Reynosa.
El deceso fue dado a conocer por la misma institución policíaca a través de una esquela en la cual lamentaban su deceso.
El ahora occiso fue identificado como Pedro Pablo González Peñaflor, «oficial A» y perteneciente al grupo de fuerzas especiales.
Aunque no explicaron cómo ocurrió, trascendió que su deceso fue cumpliendo su deber.
El oficial estuvo convaleciente desde el sábado, día en que ingresó a un hospital de la ciudad de Reynosa junto con otro compañero.
Los agentes participaron en un enfrentamiento en una zona rural de Rio Bravo, ciudad vecina de Reynosa, y dentro de un reconocimiento terrestre fueron sorprendidos por un dron que arrojó y detonó un artefacto explosivo.
Las heridas lo llevaron a quedar en estado vegetativo y posterior a ello, su muerte.
El municipio de Río Bravo como algunos otros lugares es considerado de gran peligro debido a que las células del crimen organizado también han estado usando minas terrestres tanto para la policía como los enemigos del grupo que mantiene el control.