La Embajada de Estados Unidos en México informó este miércoles sobre una acusación formal contra los capos Miguel y Omar Treviño Morales, alias ‘Z-40’ y ‘Z-42’, señalados de continuar liderando desde prisión el Cartel del Noreste (CDN).
“Se les acusa (de) que, a pesar de estar en prisión, han seguido en control del CDN, antes conocido como ‘Los Zetas’, y han continuado con sus actividades criminales en México”, indicó el embajador Ken Salazar, en un comunicado.
Salazar agregó que se les persigue por ser “personalmente responsables de cometer docenas de asesinatos y de dirigir asesinatos, secuestros y actos de tortura por parte de miembros de Los Zetas y del CDN para promover y proteger las actividades de tráfico de drogas del cartel y enriquecer a sus miembros”.
Agregó que la acusación formal del Departamento de Justicia del Distrito de Columbia enfatiza la importancia de “desmantelar las organizaciones criminales transnacionales que generan inseguridad y violencia” en ambos países, “así como la necesidad de que rindan cuentas”.
“La gravedad de los alegatos incluidos en la acusación subraya la importancia de nuestro trabajo compartido y cooperación con México en temas de interés común para proteger la seguridad y el bienestar de nuestros pueblos“, expuso Salazar.
Los hermanos ‘Z-40’ y ‘Z-42’ fueron detenidos en México en 2013 y 2015, respectivamente, y han estado recluidos en varias cárceles del país, tras varias reubicaciones entre diferentes estados.
Según detalla la acusación, aún presos, los capos han seguido controlando el CDN a través de varios medios, incluso instalando a varios miembros de la familia para que dirigieran las operaciones a instancias de ellos.
Agrega que si los acusados son condenados, se enfrentan a una pena máxima de cadena perpetua, en caso de lograrse la extradición a ese país.
Esta no es la primera vez que el Gobierno estadounidense acusa a los hermanos Treviño Morales e incluso intenta extraditarlos, no obstante, las peticiones han sido rechazadas en los tribunales de justicia mexicanos, lo que podría cambiar con la reforma judicial en marcha. (EFE)