Ninguno de los 43 municipios de Tamaulipas cuenta con atlas de riesgo actualizado, herramientas indispensables en la actual temporada de huracanes en el Océano Atlántico.

En su mayoría, fueron elaborados desde el 2009, año de registro también del atlas estatal, después de que los gobiernos de Egidio Torre y Francisco García Cabeza de Vaca no le metieron mano al documento dejado en la administración de Eugenio Hernández Flores .

En días pasados, el coordinador general de Protección Civil, Luis Gerardo González de la Fuente, informó que ya se está trabajando en la actualización del atlas de Tamaulipas, luego de que el disponible tiene una antigüedad de 15 años.

“Sigue la actualización, no se había actualizado desde 2009, no es algo sencillo, se está trabajando en ello, pero el resultado con el que tenemos, fue de saldo blanco en Tamaulipas (con Alberto) y creo que con ese (nuevo) atlas de riesgo, que está ya muy cercano, no le doy más de tres meses, vamos a tener más herramientas para identificar nuevos puntos de riesgo que tiene el estado”.

Atlas de riesgo más obsoletos en Tamaulipas 

Por lo que respecta a los municipios, de acuerdo con el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), los que cuentan con el plan de riesgo de 2009 son Aldama, Antiguo Morelos, Burgos, Bustamante, Camargo, Casas, Cruillas, El Mante, Gómez Farías, González, Güemez, Guerrero, Díaz Ordaz.

Asimismo, Hidalgo, Jaumave, Llera, Mainero, Méndez, Mier, Miguel Alemán, Miquihuana, Nuevo Laredo, Nuevo Morelos, Ocampo, Padilla, Palmillas, Reynosa, Río Bravo, San Carlos, San Fernando, San Nicolás, Tula, Valle Hermoso, Victoria, Villagran y Xicoténcatl.

Altamira, con el atlas «más actualizado»

La plataforma del Cenapred indica que el documento de Altamira es de 2012, mientras los de Tampico, Madero y Matamoros corresponden a 2011, y de tres municipios no se cuenta con este instrumento, según la base de datos de la dependencia.

Con base en la ley nacional en materia de Protección Civil, los atlas indican los diferentes niveles de peligro para todos los fenómenos que impacten las distintas zonas y deberán ser considerados para la autorización de cualquier construcción, obra de infraestructura o asentamiento humano.

Un diagnóstico realizado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) advierte que la falta de atlas de riesgos dificulta que las autoridades puedan implementar medidas preventivas ante los desastres y las limita a ejecutar acciones correctivas, una vez que ya sucedieron los eventos, lo que implica mayores pérdidas sociales y económicas.

“En México, la protección civil, la prevención de desastres, así como la importancia de establecer estrategias y programas enfocados a prevenir y reducir los efectos del cambio climático, adquieren relevancia por su exposición a fenómenos naturales, principalmente, hidrometeorológicos”, destaca el Estudio 1522-GB sobre las acciones del país ante el cambio climático.

Elementos de la Guardia Nacional recorrieron zonas bajas de Tampico. (Sergio Sánchez)
Elementos de la Guardia Nacional recorrieron zonas bajas de Tampico. (Sergio Sánchez)

En el Plan Estatal de Desarrollo 2016-2022, de la administración de Francisco García Cabeza de Vaca, se señaló como prioridad en materia de protección civil, disminuir el riesgo de daños y afectaciones a la población en caso de un fenómeno natural y ofrecer a la ciudadanía una atención adecuada.

Para ello, la línea de acción 1.5.1.2 sería “Actualizar continuamente el Atlas de Riesgo” y difundir entre la población medidas de prevención y normas de seguridad, capacitando a la sociedad civil para enfrentar contingencias.

En opinión de Roque Montiel, activista de Ciudadanos Conscientes en Acción por México, organismo no gubernamental, es indispensable actualizar estos mecanismos de alertamiento, porque hay contingencias que antes no se tenían en la dimensión de ahora, como la sequía, a consecuencia del cambio climático.

“La crisis hídrica que se vivió en el sur, ni por asomo se consideró en los atlas de riesgo, es un ejemplo de la urgente necesidad de darle actualidad”, expuso.

Agregó que “la naturaleza es caprichosa”, y ello se vio con los 8 años de sequía que llevaron a la zona conurbada a quedarse sin agua y luego recuperarse el nivel del sistema lagunario en unos cuantos días, debido a una tormenta tropical que no se había tenido por décadas.

“Se perdió tiempo valioso al no hacer nada los anteriores gobiernos, pues el cambio climático se acelera y sus efectos son cada vez más intensos y la naturaleza ya nos sorprendió con la crisis hídrica, nos puede volver a sorprender”.

Con él coincidió el ex director de Cidiport, Gabriel Arcos Espinosa, al señalar que se requiere una reingeniería de los atlas de riesgo municipales, ante las nuevas amenazas que se enfrentan.

El ex titular del Centro de Investigación y Desarrollo en Ingeniería Portuaria Marítima y Costera, señaló que el cambio climático obliga a estar preparados con un plan de acción estratégico.

“Tampico, Ciudad Madero y Altamira es la zona más vulnerable a impactos como huracanes, por estar rodeados de cuerpos de agua, tenemos que trabajar en la cultura de la prevención”.

Otro factor adicional a considerar, agregó, es la presencia de cocodrilos en los tres municipios, fauna peligrosa que sale de su hábitat cuando se presentan lluvias intensas.

Por expreso

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