La Casa Blanca informó a través de un comunicado que la Administración Biden-Harris presentó una nueva medida que “salvará vidas al reducir la cantidad de armas vendidas sin verificación de antecedentes”.
Esta medida implementa la expansión de los controles de antecedentes para la venta de armas de fuego, siendo la única expansión significativa desde 1993, asegura el texto.
La acción forma parte de la estrategia presidencial para frenar el flujo de armas adquiridas ilegalmente en territorio estadounidense y responsabilizar a aquellos que suministran las armas utilizadas en crímenes.
El presidente Biden expresó: “He pasado horas con familias que han perdido seres queridos debido a la violencia armada. Todos tienen el mismo mensaje: ‘Haz algo’. Hoy, mi Administración está tomando medidas para asegurarse de que se vendan menos armas sin verificación de antecedentes. Esto evitará que las armas lleguen a manos de abusadores domésticos y delincuentes. Y mi administración continuará haciendo todo lo posible para salvar vidas. El Congreso debe terminar el trabajo y aprobar legislación de verificación de antecedentes universales ahora”.
La vicepresidenta Harris añadió: “Cada año, miles de vendedores de armas no autorizados venden decenas de miles de armas sin verificación de antecedentes, incluso a compradores que no pasarían una. Este único vacío en nuestro sistema federal de verificación de antecedentes ha causado un dolor y sufrimiento inimaginables. Hoy, como jefa de la Oficina de Prevención de Violencia Armada de la Casa Blanca, estoy orgullosa de decir que todos los vendedores de armas deben realizar verificaciones de antecedentes, sin importar dónde o cómo vendan”.
La nueva regla del Departamento de Justicia (DOJ) establece un estándar para los vendedores de armas que deben obtener una licencia y realizar verificaciones de antecedentes.
Según explica el comunicado, las lagunas legales en el marco de verificación de antecedentes, han permitido que los abusadores domésticos, los tiradores escolares, los criminales violentos y los traficantes de armas adquieran ilegalmente armas de fuego.
La Administración Biden-Harris está haciendo todo lo posible para llevar a cabo controles de antecedentes universales sin necesidad de legislación adicional.
Además, instan al Congreso a aumentar la financiación de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), para que pueda continuar su trabajo vital para detener el flujo de armas ilegales en nuestras comunidades.
El presidente Biden solicitó $2 mil millones para la ATF como parte de su solicitud de presupuesto para el año fiscal 2025.