La violencia de pareja ocupa el primer lugar en las llamadas de auxilio que recibe el 911 en relación a los delitos que se cometen contra mujeres, sin embargo el 80% de las afectadas deciden no interponer denuncia; el año pasado 280 varones señalados por agresión fueron llevados a la barandilla sólo por faltas administrativas, pues las ofendidas no quisieron presentar cargos.
El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública indica que durante el 2023 el número de emergencia recibió en Tamaulipas 11,777 llamadas de mujeres pidiendo que llegara la policía pues habían sido golpeadas por sus esposos, concubinos o novios, lo que posiciona a la entidad en el séptimo lugar con el mayor número de casos.
De acuerdo a las estadísticas de la Guardia Estatal de Género que se encarga de dar atención a un buen porcentaje de este delito, pues en ocasiones intervienen otras áreas, el 80% de las mujeres que piden el apoyo de la policía deciden no presentar denuncia. Claudia Elizabeth Núñez Álvarez, encargada de esta área de la policía, explicó que la función de ellos es dar atención a la víctima, llevarla a la Fiscalía General de Justicia, para que interponga su denuncia, esperarla para regresar a su casa, y en caso de que el riesgo para ella sea inminente localizar sus redes de apoyo o bien contactar al Ministerio Público que lleva el caso para buscarle un refugio seguro.
No denuncian
“Son muy pocas como el 20 % ciento acepta ir a poner la denuncia, la mayoría de las veces cuando llega la unidad ya no está la persona agresora, nosotros lo que hacemos es orientar a la víctima, darle todas las instancias de ayuda, se le brinda acompañamiento para hacer su denuncia desde que sale de su casa, termina de poner su denuncia y al regresar a su domicilio, pero muchas argumentan no querer pues es el papá de sus hijos, y la dependencia económica también, pues es el que mantiene la casa”.
En los casos donde los agresores han estado presentes cuando llega la policía, sólo siete han sido presentados ante el Ministerio Público a petición de la afectada, que interpone su denuncia, sin embargo 280 sólo son remitidos a la barandilla por violencia familiar como faltas al bando, por que sus parejas no quisieron levantar cargos.
Cabe señalar que en Tamaulipas la violencia familiar o de pareja se atiende a petición de parte, es decir por denuncia de la parte ofendida, de lo contrario las autoridades no pueden investigar.
“Se les remite (a la barandilla o cárcel municipal) para prevenir un daño más, las personas dicen que los policías solo retiren al agresor o se lo lleven por faltas, pero los compañeros se lo llevan porque no hay garantía de que la persona no va a regresar a agredir o hacer algún daño”.
La rescatan
La Guardia de Género rescató a una mujer en colaboración con las autoridades de San Luis Potosí, pues sus familiares habían puesto la denuncia por violencia en el estado vecino, así la Guardia de Género estuvo haciendo indagatorias en el municipio de Padilla, donde lograron dar con la afectado, que aceptó irse con ellos para ser llevada con su familia.
Ella aseguró que tenía meses siendo violentada, sin embargo no podía poner su denuncia o pedir ayuda porque su pareja no la dejaba sola.
La titular de esta policía explicó que son 106 elementos, distribuidos por ahora en los municipios de Tampico, Madero Altamira, Victoria, Laredo, Reynosa y Matamoros, y su trabajo además de intervenir en los casos de agresiones, también es empoderar a las mujeres con información, donde primero puedan ubicar qué tipo de violencia viven, y luego a qué instituciones pueden acudir de acuerdo al problema que enfrenten.
No reconocen
Para la psicóloga Norma García las mujeres no están preparadas emocionalmente para defenderse de la violencia familiar, denuncia es reconocer que está siendo víctima de un delito en el que el agresor es tu pareja, el padre de tus hijos y la persona con la que ha construido una vida.
Además hay que afrontar la idea de empezar una vida de nuevo, encontrar nuevos recursos y volver a empezar en muchos ámbitos de la vida, como el laboral o incluso el social. Otro factor importante es la normalización de la violencia, de actitudes posesivas y controladoras como los celos y la culpabilización de la situación, provocada por el desgaste emocional y psicológico ocasionado a lo largo de lo que duró la relación.